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Anatomía de un Bugatti Tipo 45

Con la miel en los labios

Bastante suerte tuve con ver de cerca este prototipo y cómo adelantaba a mi tedeí del siglo XXI de manera fulgurante y estruendosa. Claro que esto no tiene nada de extraño, pues cuenta con 250 CV y sólo pesa 900 Kg. en vacío.

Eso sí, tras el adelantamiento fue una delicia seguirle, mientras fue posible. Y es que daba gusto ver la efectividad con que tomaba las curvas, y la capacidad de aceleración de aquel octogenario de neumáticos tan altos y tan estrechos.

Aquellos tubos de escape tan gruesos y sonoros fueron alejándose, pero veinte kilómetros después volvíamos a coincidir en una nueva parada. Aún con éstos y el motor calientes, pude continuar observando la anatomía del T45.

Los asientos de tipo baquet tienen la banqueta muy abajo y en posición horizontal, que exige que los ocupantes lleven las piernas bastante rectas y casi sin ángulo. Además, en la zona central, a la izquierda del pedalier, ocupa su espacio la caja de cambios.

Pie de foto
Desde luego, dan ganas de exprimir a fondo su potencial

Por si fuese poco, el eje de transmisión también sobresale del piso, por lo que los pies del piloto sólo tienen el espacio justo para trabajar sobre el pedalier. Por cierto, los pedales tiene formas muy distintas entre sí, con el del freno concebido para realizar fácilmente el punta-tacón.

Con la mano derecha, el conductor controla la llave de paso de la gasolina y las palancas externas del cambio y del freno de mano. Todo ello dentro de un habitáculo que, en el caso de ir dos, tiene que causar una cierta sensación de claustrofobia.

Las ruedas delanteras, con su característica caída negativa, carecen de guardabarros, por lo que la carrocería, la ropa y hasta la cara de los ocupantes acaban salpicadas con todo lo que los neumáticos van barriendo a su paso.

El respaldo del asiento de cuero cae demasiado en vertical, mientras que siempre hay que tener cuidado con no quemarse con unos tubos de escape tan cercanos.

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Ambiente de sorpresa genralizada / Antiguo pero veloz. En las rectas castellanas, el T 45 mostró su capacidad de aceleración y su velocidad

Y salvo lo que pueda proteger el miniparabrisas situado frente al conductor, los rostros del piloto y el copiloto reciben todo lo que haya a la intemperie. Desde los rayos de sol y las ráfagas de viento que crecen con la velocidad, hasta el agua que cala durante y después de los chaparrones.

De todos modos, seguro que todas esas incomodidades quedan compensadas por el placer que genera su conducción. No en vano, este Bugatti T45 tiene una potencia extraordinaria para su época y posee una estabilidad acorde con sus prestaciones.

Si a ello le añadimos la calidad mecánica de la marca y la exclusividad de este ejemplar, ya tenemos una experiencia inolvidable.

Por último, en este caso concreto pudimos constatar la razón fundamental de que no superase la fase de prototipo. Y es que, para rellenar los 200 litros que caben en sus dos depósitos seguro que hace falta parar en la gasolinera bastante más tiempo de lo común…

Repostaje tranquilo. Lleva su tiempo reponer los 200 litros de capacidad de ambos depósitos
Repostaje tranquilo. Lleva su
tiempo reponer los 200 litros de capacidad de ambos depósitos

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Dos ejemplares únicos

En la factoría Bugatti de Molsheim, situada en la región francesa de Alsacia, se construyeron únicamente dos prototipos correspondientes al tipo 45. Y la suerte de que ninguno de ellos haya sufrido ningún accidente grave ha hecho posible que sobrevivan los dos. Sin duda, también ha ayudado la pasión que la marca Bugatti despierta desde hace décadas, fundamento de unas cotizaciones muy elevadas que convierten en valioso todo lo vinculado con la firma creada por Ettore Bugatti.

De las dos unidades, la más famosa es el que se conserva en la Cité de l’Automobile, en la ciudad francesa de Mulhouse. Se trata del prototipo con el número de bastidor 47156, que ha sido sometido a una exhaustiva restauración y se encuentra en un estado excepcional, casi como si fuese un coche recién estrenado. A diferencia del protagonista de este artículo, sus tubos de escape tienen el color gris claro del metal con que han sido elaborados.

Por lo que se refiere a esta unidad de tubos de escape oscuros, su número de bastidor es el 47153. Su dueño es un aficionado alemán que, a la vista está, no duda en disfrutarlo como el coche se merece.

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[su_spoiler title=’FICHA TÉCNICA’ show=’false’]

• Motor: 16 cilindros en U, de ciclo de cuatro tiempos
• Cilindrada: 3.801 cc
• Potencia: 250 CV DIN a 5.000 Rpm
• Caja de cambios: Manual, de 4 velocidades
• Tracción: Trasera
• Frenos: Tambores
• Neumáticos: 5.00-19
• Capacidad de los depósitos de combustible: 200 litros
• Dimensiones (Largo/ancho/alto): 3,25 / 1,37 / 1,22 metros
• Vías/Batalla: 1,25/1,25 / 2,60 m.
• Peso en vacío: 900 Kg.
• Velocidad máx.: 230 Km/h.
• Consumo medio: 25 l/100 Kms.

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Ignacio Sáenz de Cámara

Escrito por Ignacio Sáenz de Cámara

Desde muy pequeño, sentí atracción por cualquier vehículo, independientemente de que fuese el Renault 4 de mi padre, la furgoneta DKW 800 S de mi abuelo o la Lambretta del tío Santos. Y por supuesto, de los coches que a partir de los 11 años veía en las revistas del motor. También me gusta escribir, razón de que tras abandonar la docencia trabajase como redactor y probador en Autopista... Ver más

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