Carlos Sanz
El fin de semana pasado, entre el 5 y 6 de Marzo, se ha celebrado en el circuito permanente Ricardo Tormo de Cheste, Valencia, una nueva edición de Classics & Legends.
Tras nuestra visita de 2015 les dijimos que este año no nos lo íbamos a perder y hemos cumplido. También les comentamos en su momento que era un evento que se estaba consolidando y, en ésta, su tercera edición, podemos confirmar que se ha conseguido. La cifras hablan por sí solas, 14.000 visitantes entre los días 5 y 6 de marzo, y más de 600 vehículos clásicos en el paddock – entre coches, motos y camiones-, son una buena muestra del éxito de la convocatoria.
Formula 1 en Classics & Legends 2016
Este año, además de las carreras y muestras en pista del año pasado, hubo una novedad importante: Rodadas de exhibición de algunos Formula 1 clásicos, pocos, que todo hay que decirlo, pero que animaron el cotarro y aceleraron el ritmo cardiaco. No hay nada comparable al sonido de los vetustos motores Ford V8 Cosworth aullando en la recta de tribuna del trazado de Cheste. Fuimos testigos en primera persona del protocolo de arranque de dos de los monoplazas y puedo asegurarles que es una experiencia excitante.
Pudimos ver unidades con excelente pedigrí, en concreto, el Brabham BT49C motor Ford, chasis #10, que usó el brasileño Nelson Piquet en 1981, año en el que se hizo con el campeonato. Este coche actualmente pertenece al español Joaquín Folch y ha participado con él en numerosas carreras.
También el Williams FWO7D motor Ford, chasis #16. Este monoplaza fue pilotado por el australiano Alan Jones en 1981 y, ya en la temporada 82, por Carlos Reuteman y Mario Andreti, este último nombre es el que aparece actualmente en su cockpit.
Finalmente, el McLaren M19C, chasis #2, también montaba el laureado motor Ford Cosworth V8. Con su volante se peleó el estadounidense Peter Revson durante la campaña de 1972 y parte de la de 1973.
Por megafonía se anunció la presencia de un Tyrrell y un Trojan, que no pudimos ver en toda la jornada del sábado.
Durante la demostración en pista de estos coches, les acompañaron algunos monoplazas de Formula 3000; eso sí, a estos no se les puede considerar clásicos pues eran ejemplares de este siglo, pero les puedo asegurar, que sonaban bastante mejor que los actuales Formula 1 de motor V6 turbo.
Carreras sobre cuatro ruedas
Como en anteriores ediciones, el periódico Las Provincias convocó un trofeo de regularidad, en él participaban turismos de diferente pelaje y condición, algunos equipos presumían de unidades con magníficas preparaciones, y en otros casos salían a competir «a pelo»; eso sí, diversión hubo para todos.
El plato fuerte del C&L fue la Iberian Historic Endurance. Hubo carrera el sábado y el domingo, en ellas participaban coches de las categorías GT y Turismo. Estos no vinieron a pasearse, ni mucho menos, hubo preciosas luchas entre coches de diferentes marcas como BMW 323i E21, Mini Cooper, Ford Cortina, Lotus Elan, Volkswagen Karman Ghia y, por supuesto, un escuadrón de Porches 911 en diferentes versiones. Precisamente, el piloto vencedor en esta competición fue Luis López a los mandos de un precioso 911 RS 3.0 con los colores de Gulf.
Motos, motos y más motos
De sobra es conocida la gran afición que tienen los valencianos al motociclismo, especialidad que no podía faltar. Durante todo el fin de semana, numerosos boxes estuvieron repletos de motocicletas de Gran Premio y de otras modalidades, expuestas para que todos los visitantes pudiesen contemplarlas de cerca. Salieron a pista varias veces en tandas de exhibición bajo el nombre de «Trofeo Internacional Paco González». Les voy a confesar que nunca he estado en una auténtica mascletá valenciana, pero no creo que sea muy diferente a estar junto a todas estas máquinas en el preciso instante en que arrancan y calientan sus motores al unísono, es algo realmente emocionante.
Como invitado de honor, acudió para firmar autógrafos y charlar con los fans el mítico piloto británico Phil Read, «el príncipe de la velocidad», con siete títulos a sus espaldas fue el primer piloto que ganó en las tres categorías; así mismo obtuvo ocho victorias en el peligrosísimo Tourist Trophy de la Isla de Man.
Los camiones
Uno de los principales atractivos de la cita levantina es la gran cantidad de camiones clásicos que acuden, principalmente los pertenecientes a la colección de la empresa de transportes Savall. Es de agradecer el enorme esfuerzo que dedica esta familia para desplazar tantas y tan buenas unidades hasta C&L. Este año las dos grandes estrellas fueron el Pegaso Mofletes de bomberos carrozado por la empresa DCI (Defensa Contra Incendios) y que se destinó a la planta petroquímica Calvo Sotelo en Puertollano, el cual ha sido rescatado y restaurado hace pocos meses; y el autobús Pegaso Monotral de 1960, uno de los escasísimos ejemplares que se conservan.
Además nos encontramos con bastantes Pegasos de las diferentes generaciones, Comet, Europa, Cabezón, Cabeza cuadrada o Troner, así como algunos preciosos Leyland, Oldsmobile, Ford, etc que hicieron las delicias de los numerosos aficionados a los vehículos industriales.
Los clubes
Uno de los pilares básicos sobre los que se asienta C&L son los importantes clubes, valencianos fundamentalmente, que participan y organizan el evento, como el Hortaclassics, la Escudería la Plana de Utiel, el Club de Automóviles Antiguos de Valencia, el Club Alpine y algunos otros que se repartían por todo el paddock del circuito donde exponían los impresionantes autos de colección de sus socios, sin duda uno de los principales alicientes de este tipo de eventos.
Este año fue invitado el recientemente constituido E24 Club España, acudiendo algunos de sus miembros con 11 ejemplares del precioso y mítico coupé de la serie 6 de BMW, quienes participaron en la rodada de la tarde del sábado.
Esto es basicamente lo que dio de sí esta tercera edición del Classics & Legends, que no es poco, pero que esperamos siga creciendo y nos tienten con nuevas sorpresas en 2017. Sería estupendo que el año que viene se consiguiese traer una prueba del campeonato europeo de Formula 1 histórica. Por pedir que no quede.
