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SEAT Familiares, repasamos una historia en marcha desde 1955

Desde que iniciara su andadura con el 1400, SEAT ha registrado una cierta cantidad de versiones familiares -e incluso monovolumen- a cargo de ella misma o talleres carroceros de la industria auxiliar. Hacemos un repaso general a las mismas.

Los SEAT familiares han sido, desde 1955, una constante en la trayectoria de la marca ya fuera por iniciativa propia, imitación de modelos italianos o creación de ciertos carroceros locales. Así las cosas, su historia es una de las cuestiones más interesantes cuando hablamos de versiones especiales -o al menos más escasas- en la producción de modelos turismo como el 1400, el 124 o incluso el Toledo.

En fin, una panoplia donde encontramos prototipos, kits ofertados en el extranjero y, claro está, esbozos de modelos finalmente no llevados a serie. Asimismo, pensando en lo referido al mercado de clásicos estas versiones adquieren hoy en día un renovado interés debido, principalmente, a dos cuestiones.

La primera es su mayor escasez; cuestión ésta realmente importante cuando hablamos de originalidad y, claro está, valor de la unidad. Y vaya, en segundo lugar está su mayor habitabilidad. Cualidad ésta realmente importante si lo que estamos buscando es un vehículo histórico con el cual poder disfrutar en familia yendo a concentraciones así como realizando viajes ocasionales.

En base a ello, repasar la evolución de los SEAT familiares no sólo nos da pistas sobre algunos de los proyectos más interesantes y desconocidos en la amplia vida de la marca, sino también algunas ideas sobre lo conveniente que es, al menos desde una perspectiva de uso no individual, la idea de hacerse con un clásico cubierto por una carrocería ranchera o monovolumen.

SEAT 1400 FAMILIAR, TODO EMPEZÓ EN 1955

Tras constituirse en mayo de 1950, SEAT comenzó a producir el 1400 bajo licencia Fiat tan sólo tres años más tarde. Enfocado especialmente a un público de clase acomodada, éste también satisfizo las necesidades de taxistas, flotas de ambulancia e incluso ciertas empresas de reparto o reparaciones gracias a una amplísima gama de carrocerías elaboradas por la industria auxiliar.

Así las cosas, en 1955 el taller Carrocerías Armengol comenzó la conversión del SEAT 1400 a variantes Familiar y Comercial. Respecto a la segunda, ésta eliminaba las puertas traseras al crear un amplio espacio de carga al cual se accedía mediante un portón o dos hojas; una variación dada según la unidad ya que, al fin y al cabo, la producción resultaba cuasi artesanal en los más de los casos.

En relación al Familiar, la línea del techo seguía recta en vez de inclinarse hacia la búsqueda de un tercer volumen, creando así no sólo un generoso acceso al habitáculo por su trasera sino también la posibilidad de retrasar la posición de los asientos posteriores para así dar cabida a unos trasportines centrales; precisamente, el elemento necesario en caso de querer incluir así más plazas a fin de presentar uno de los llamados taxi de pueblo.

SEAT 600 MÚLTIPLE, LA VERSIÓN DE MARSA

Para los más escrupuloso en el uso de ciertos términos posiblemente el concepto “familiar” sólo vaya, en la historia de SEAT, unido a las carrocerías ranchera con cinco puertas. No obstante, en nuestro afán enciclopédico hemos decidido contar con una manga ancha en el presente artículo en la búsqueda de traer diseños monovolumen como el del 600 Múltiple.

Ni más ni menos que una interpretación local del Múltipla italiano elaborada por Manufacturas Railly S.A (MARSA). Presentado en la Feria de Muestras de 1956, este modelo estuvo mucho más cerca de la producción en serie de lo que se pudiera pensar. Es más, la principal razón por la cual finalmente no llegó a la gama de SEAT fue el comportamiento de la dirección, extremadamente imprecisa debido a las vibraciones.

No obstante, MARSA decidió continuar en solitario con el proceso importando las más seguras -y costosas- direcciones del Fiat 1100. Eso sí, la demanda de estas creaciones contenía un alto sobreprecio y, por tanto, tan sólo se registraron unos veinte pedidos. Suficientes para demostrar cómo, poco a poco, la industria auxiliar creada en torno a SEAT se atrevía con modelos más concretos.

1965, UN PASO ADELANTE CON EL 1500

Tras la sustitución del 1400C por el 1500 en 1963, la nueva berlina de SEAT bajo licencia Fiat tuvo que esperar dos años hasta contar en su gama con una versión familiar al hilo de lo ocurrido con otros modelos de gama media-alta europea, los cuales incorporaban con total normalidad la carrocería ranchera con cinco puertas sirviendo así a las necesidades de las familias acomodadas en sus largos viajes vacacionales.

Asimismo, la aparición de la misma fue pareja a la del furgón, el cual repetía el esquema de dos puertas y chapado -en lo que serían las ventanas del modelo familiar- para así albergar un amplio espacio de carga; obviamente, muy útil en lo que se refiere a versiones ambulancia o dedicadas al soporte técnico como, de hecho, utilizó la propia SEAT.

124 5P, CUANDO AL FAMILIAR SE LE LLAMA CINCO PUERTAS

A mediados de los años sesenta la gama de SEAT estaba seriamente polarizada con los populares 600 y 850 frente al mucho más exclusivo 1500. Debido a ello, en 1968 se lanzó el 124 a modo de opción intermedia que, además, venía pareja al propio crecimiento de las clases medias urbanas en el país.

Con todo ello, un año más tarde aparecía la versión 5P elevando un poco la altura de su techo al tiempo que ampliaba la capacidad del depósito de combustible a 47 litros y adaptaba el eje trasero a fin de prevenir las consecuencias ejercidas en el mismo por diversas cargas pesadas. Algunas como el instrumental médico de una ambulancia ya que, al fin y al cabo, no pocos 124 5P fueron destinados a este fin.

Eso sí, junto a ellos llamó la atención su amplio uso por parte de la Guardia Civil, teniendo al fin un modelo veloz -comparemos con el resto de la producción nacional- perfecta para patrullar con eficacia en las cada vez más comunes vías rápidas construidas entre las capitales de provincia españolas.

DEL 1430 AL PROYECTO DEL MÁLAGA

Al igual que lo ocurrido con el 124, el 1430 también tuvo una versión 5P o Familiar realmente interesante dado el aumento prestacional del modelo respecto a lo presentado por aquel del cual derivaba en su base. Asimismo, en 1974 se lanzó una variante ranchera del 1430 Especial con motor 1600. A nuestro parecer la opción más “deportiva” entre los SEAT familiares gracias a sus 95 CV a 6.000 rpm para poco más de una tonelada.

En paralelo a esto, la gama del 132 lanzado en 1973 no tuvo más que carrocerías berlina y eso que, rebuscando, hemos llegado a encontrar algunas imágenes con muy poca calidad que, presuntamente, ilustran el proyecto de una versión familiar para este coche de representación pensado para sustituir al envejecido 1500.

Eso sí, el 131 de 1975 trajo opciones carrozadas en familiar que, al tiempo, acabarían adquiriendo el bonito nombre de Panorama; a la sazón, el mismo empleado por Fiat en sus unidades para el mercado italiano. Asimismo, la aparición del Málaga justo una década más tarde iba a haber presentado una versión ranchera de la cual se conservan algunos bocetos a cargo del que pasaría a ser el diseñador de cabecera para SEAT durante varios años: Giorgetto Giugiaro. Desgraciadamente, no llegó a serie.

EMELBA Y EL INTENTO DE CREAR NUEVOS SEAT FAMILIARES

Asentado en la provincia de Gerona, el taller carrocero de Emelba llevó a cabo diversos trabajos sobre base Talbot, Peugeot, Citroën y especialmente SEAT durante sus ocho años de actividad. En este sentido, utilizando el Ibiza de primera generación ideó un monovolumen -volvemos a lo anteriormente explicado en base a la “manga ancha” aquí gastada para hablar de familiares- llamado Emelba 7.

Con batalla alargada y puertas correderas lo cierto es que éste no era un ejercicio de estilo al más alto nivel; sin embargo, cumplía de manera correcta con las coordenadas de un segmento que, recién estrenado en Europa por el Renault Espace de 1984, estaba aún dando sus primeros pasos. Muy innovadora Emelba, sin lugar a dudas.

Además, hizo lo mismo con el Ronda e incluso derivó de este turismo una autocaravana con espacio para la cama descolgado sobre el techo del habitáculo para conductor y pasajero. En fin, eran los años ochenta y la entrada de España a la Comunidad Económica Europea disparaba aún más los índices de consumo y la práctica del turismo interior.

AÑOS DE DECADENCIA PARA LOS SEAT FAMILIARES

Tras empezar a depender de Volkswagen, SEAT inició una larga travesía del desierto en lo que se refiere a sus versiones familiares. De hecho estuvo hasta catorce años sin ofrecer ninguna en su gama, teniendo incluso modelos tan aptos para ello como el Toledo de 1991.

De todos modos, la empresa germana Bieber Cabriolet GmbH lanzó por unas 350.000 pesetas -al cambio de los marcos alemanes, pues no se comercializó en España- un kit mediante el cual el Toledo I mutaba su carrocería berlina a otra familiar; por cierto, tan bien resuelta que bien podría pasar por una creación en serie a firma de SEAT. Además tenía un nombre atractivo: Vario.

Tras esto la llegada del Toledo II en 1998 sí contempló la posibilidad de una variante familiar como atestigua el prototipo custodiado actualmente en la nave A-122 de SEAT Históricos. No obstante, al fin el Córdoba de 1993 recuperaba -a los cuatro años de su lanzamiento- la opción ranchera para la gama de la marca presentando una versión curiosamente llamada Vario de la cual la equipada con el Tdi 1.9 llegó a ser la más potente al contar con hasta 110 CV.

Por último, en 1996 -justo un año antes de aparecer el Córdoba Vario- SEAT sumaba una opción monovolumen a su gama gracias al Alhambra. Y bueno, también está el familiar del Exeo pero ése ya es demasiado moderno para una revista enfocada a los vehículos históricos. En todo caso, los SEAT familiares son, sin duda, una opción muy interesante para cualquier aficionado a losdaily classic. Téngalo en cuenta.

Imágenes: SEAT Históricos

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Escrito por Miguel Sánchez

A través de las noticias de La Escudería, viajaremos por las sinuosas carreteras de Maranello escuchando el rugido de los V12 italianos; recorreremos la Ruta66 en busca de la potencia de los grandes motores americanos; nos perderemos por las estrechas sendas inglesas rastreando la elegancia de sus deportivos; apuraremos la frenada en las curvas del Rally de Montecarlo e, incluso, nos llenaremos de polvo en algún garaje rescatando joyas perdidas.

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