Miguel Sánchez
Al igual que los soldados del viejo Imperio Británico, los todoterrenos de la casa Land Rover han recorrido hasta los rincones más aislados del planeta. Dotados de una enorme fiabilidad y una estabilidad a prueba de bombas, son capaces de vadear y subir los terrenos más abruptos. Los puedes ver tanto en imágenes de guerras como de exploraciones. En suma, una marca tan apegada a la identidad británica como la bandera de la Union Jack y que ahora, ironías del destino, pertenece al grupo indio Tata.
El Range Rover nació del Land Rover y es una especie de templo griego que cada vez gana más adeptos, también entre los entusiastas de las modificaciones. Precisamente, la empresa de preparaciones Jensen International Automotive se ha atrevido a crear su propia versión, uniendo piezas de diferentes generaciones del modelo con un mastodóntico motor Cadillac. Y bueno, aunque el resultado no puede ser más imponente… Afortunadamente no pierde su definitoria elegancia británica.
UN TODOTERRENO MÁS BRITÁNICO QUE LA CAMPIÑA INGLESA
Corría 1947 cuando los dos hermanos Wilks, ambos directivos de Rover, decidieron crear un todoterreno robusto pero orientado al público civil. Era el tiempo del Jeep y Reino Unido quiso decir la suya a través del Land Rover. Gracias a su carácter propio y diferente del modelo americano tuvo bastante éxito, lo cual no quitó para que la marca inglesa terminase semiarruinada en el combinado de fusiones que tuvo lugar en la industria automovilística británica a principios de la década de 1970.
Land Rover se asentó desde el principio como un sinónimo de funcionalidad y dureza. Una dureza que en 1970 se combinó con ciertos toques de comodidad para dar lugar al Range Rover, uno de los primeros SUV modernos. Un todoterreno de tres puertas gracias al cual ir al campo ya no tenía porqué ser algo rústico y desprovisto de confort y, que además, gracias a su mecánica V8 de origen Buick y a su suspensión derivada de los Rover 2000/P6, sabía dar el do de pecho en la carretera.
El Range Rover Classic (1970-1996) fue una adaptación del Land Rover al segmento de los turismos que tuvo su espaldarazo definitivo cuando en 1981 se presentó la versión 5 puertas. En suma, el Range Rover se coronaba como la perfecta combinación entre la brutalidad de uno de los todoterrenos más fiables y la elegancia y comfort de una berlina 4×4 que fue inclinándose cada vez más hacia el sector del lujo. Todo un icono al que Jensen International Automotive se ha atrevido a meter mano…
RANGE ROVER CHIEFTAIN. UNA OBRA DE JENSEN
Bajo la carrocería del Range Rover Chieftain se esconden no pocas modificaciones. La más importante es el motor V8 sobrealimentado de 6.2 litros sacado de un Cadillac CTS-V, capaz de entregar 564CV. Un corazón americano de última generación en oposición al viejo motor Buick descatalogado por GM en 1962 (¡!).
Tiene pinta de ser una verdadera bestia fijada al suelo gracias a una tracción 4×4 que recibe la potencia a través de una transmisión automática de 6 velocidades. Todo el conjunto flota sobre una suspensión neumática independiente y ajustable, colmo de comodidad y probablemente pesadilla de mantenimiento.
Un Range Rover muy personal, donde las modificaciones han creado algo completamente nuevo y excitante. No obstante, si eres partidario de mantener los clásicos con sus características originales… Debes saber que el programa Range Rover Reborn está devolviendo a la vida antiguas unidades de este increíble todoterreno.
