Javillac
Desde 1917 Nash ofreció a los consumidores automóviles de gama intermedia para los cuales presentaban algunas ingeniosas novedades, con algunas innovaciones como un revolucionario sistema de calefacción y ventilación que aún se usa en los coches de hoy en día, los cinturones de seguridad, o la carrocería monocasco.
¿CUÁNDO SURGE LA IDEA DE CONVERTIR LOS NASH EN COCHES CAMA?
El año es 1936, y aunque Estados Unidos está inmerso en la profunda crisis económica conocida como la Gran Depresión, el automóvil ha demostrado que puede ser asequible para las masas y que está aquí para quedarse. La infraestructura del país cambia para adaptarse al nuevo medio de transporte, se construyen carreteras interestatales, que en las décadas siguientes se transformarán en las primeras autopistas. Además, mucha gente crea sus propios negocios gracias a las carreteras, montando restaurantes de carretera, gasolineras y moteles, que viven gracias a los automovilistas.
Según cuenta la historia, el presidente de Nash iba un día conduciendo su coche a través del país cuando empezó a anochecer, y tuvo que parar en el motel de carretera más cercano. Al parecer el precio del establecimiento le pareció abusivo al presidente de la compañía, y resignado, no le quedó más remedio que pagar.
Este desagradable encuentro hizo que desease poder dormir en el coche, y ahorrarse el dinero del motel. Entonces, la marca se puso a trabajar en una manera de poder crear un pequeño motel rodante, sin tener que recurrir a una autocaravana.
BED-IN-A-CAR, EL SISTEMA CREADO POR NASH
En 1936 la marca presenta el sistema que denominan «Bed-in-a-car», que se traduce como “cama en el coche”. En estos primeros coches, el asiento trasero se articulaba para entrar dentro del maletero, para crear una cama de unas dimensiones de más 1,8 metros por 1,2 metros que podía acomodar a dos adultos, con la almohada apoyada sobre los asientos delanteros, que hacían de cabecero, y con los pies dentro del maletero.
La marca estaba tan orgullosa de esta característica que ofrecía como extra un juego de mantas y almohadas de Nash para hacer del coche una habitación. La prensa del momento alabó el invento y comparó la experiencia con la de viajar en un vagón de tren Pullman en la que los asientos se convertían en una cama.
Por esta razón los coches de Nash se publicitaron como los ideales para personas que viajaban mucho en su automóvil, como pescadores, cazadores, gente de negocios, o simplemente turistas que ya no necesitaban montar y llevar consigo una tienda de campaña para dormir en sus viajes.
MEJORES COCHES Y MÁS CONFORT
En 1941, Nash presenta nuevos modelos, que son pioneros en Estados Unidos en ser los primeros automóviles producidos en serie de construcción monocasco. Esto permite ahorrar peso y unas formas más aerodinámicas que ahorran consumo en combustible. Pero una de las cosas en las que más ganaron los Nash de 1941 fueron en amplitud interior, que permitía que cuatro pasajeros fueran sentados en el asiento delantero, y, por lo tanto, también mayor espacio cuando el coche se convertía en una cama.
Tras la II Guerra Mundial, Nash rediseña por completo sus carrocerías en 1949, con una estética inspirada en la aeronáutica que recibe el nombre de “Airflyte”. Este coche fue probado en un túnel de viento, y fue la mayor revolución en cuanto a aerodinámica se refiere desde los Chrysler Airflow de los años 30.
Y aunque el coche se vendió relativamente bien su controvertida estética impidió que fuese un completo éxito de ventas, razón por la que tras haber diseñado los deportivos Nash-Healey, la marca contó con la ayuda de Pininfarina para rediseñar todos sus coches en 1952.
Volviendo al modelo de 1949, la manera en la que se hace cama cambia. Ahora no hacía falta invadir el espacio del maletero para la transformación, utilizándose solo el habitáculo, y empleando ahora también los asientos delanteros, una configuración que sigue en uso a día de hoy. También permitía que solo la mitad del coche se convirtiese en cama, permitiendo así la conducción mientras el pasajero descansa. 
En 1950, y siguiendo con la temática aeronáutica, Nash introdujo unos asientos reclinables que se podían bloquear en varias posiciones intermedias, que recordaban a los que se encontraban en un avión de pasajeros, razón por la que los llamaron “Airliner reclining seats” o “asientos reclinables de aerolínea”.
MALA REPUTACIÓN
Si bien los Nash fueron buenos coches a un precio razonable, y el tiempo ha demostrado que los asientos que se hacen cama son una idea muy buena, hubo cierta polémica en torno a estos vehículos.
Tenemos que retrotraernos a la década de los años 50, los coches usados en Estados Unidos se depreciaban mucho, y algunos jóvenes optaban por un Nash como primer coche por razones más que evidentes.
Por esta razón, y en aquella América tan puritana, cuando los padres conocedores de las virtudes del Nash veían uno de estos coches en la puerta de su casa esperando a llevar a su hija a dar una vuelta, se negaban rotundamente, por lo que pudiera pasar.
Así pues, el ingenio inventó una solución de ahorrarse noches de motel, y en el proceso dio el primer coche que se hizo cama, en los que seguro también tuvieron lugar muchas “primeras veces”.
Fotografías de Nash.
