Matra-SIMCA Bagheera
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Matra Bagheera y Matra Murena; tres son multitud

Actualmente, si echamos un vistazo al mercado, los coupés están en vías de extinción. Contar los modelos que hay en el catálogo de los fabricantes, y no hablamos de coches como el Audi R8 o similares, eso no son coupés, son grandes deportivos o, como se les llama en el mundillo, “superdeportivos”. Nos referimos a coches como el Alfa Romeo GTV, al Peugeot 406 Coupé, a la “Macchina” de FIAT (el Coupé), al Ford Probe… ahora sólo se puede acceder a este tipo de coches firmados por marcas “premium” y además, tienen los días contados. 

El Audi TT, por ejemplo, no tendrá reemplazo tras la actual generación, el BMW Serie 2 Coupé no tiene garantizado un futuro prometedor ( ¡y el M2 será un coche eléctrico!), Mercedes, con el Clase C Coupé, presenta un modelo más grande y menos deportivo de los mencionados, enfocado directamente a enfrentarse con el BMW Serie 4 Coupé y con el Audi A5 y san se acabó. Vamos, que no hay más y habría que acudir a Porsche y su 718 Cayman, esperar al Nissan Z (esta denominación todavía no es oficial y no llegará a Europa) u opciones similares. No hay coupés “para todos”, ni siquiera hay carrocerías de tres puertas, y como aficionados, lo vemos un enorme error y una gran pérdida. Aunque como hemos dicho en otras ocasiones, los aficionados somos muy malos compradores y los fabricantes hacen coches para las masas, no para nosotros.. 

Ahora los coupés, si es que merecen ser llamados así, son los sedanes con un perfil más deportivo y curvilíneo o los SUV, que basan su condición de “coupé” en la misma estrategia que los sedanes, es decir, en una caída del techo en la parte trasera muy acusada, buscando simular una carrocería más deportiva y dinámica. Sin embargo, aunque en alguna ocasión se obtengan diseños muy interesantes, el aura y el espíritu de un coupé están totalmente ausentes en estos coches. De hecho, llamar coupés a estos coches parece un sinsentido. 

Matra Murena, un sinsentido… ¿coupé?

No obstante, aunque sinsentido, se venden la mar de bien, sobre todo los SUV Coupé. El éxito es tan notable, que incluso se han decantado por fabricar SUV coupé con motor eléctrico, una combinación que se presenta como la más acertada de aquí a los próximos años. ¿Otro sinsentido? Pues depende de los ojos que lo miren, pero de todas formas, los sinsentidos son algo de lo más normal en la industria del automóvil. Ni es un suceso nuevo, ni lo veremos desaparecer a corto o largo plazo, es algo intrínseco al ser humano. Sólo tenemos que echar la vista atrás para poder conocer más sinsentidos, aunque en este caso nos gusta más que un SUV o un sedán coupé. 

Hablamos de los Matra-SIMCA Bagheera y Talbot-Matra Murena, dos pequeños coupés lanzados al mercado en los años 80, que son un sinsentido en todo su esplendor, coches que a pesar de parecernos una idea genial, también pensamos que no eran los más adecuados para la empresa cuando se pusieron en circulación. Aunque Matra no es una marca desconocida (estuvo presente en la Fórmula 1 entre 1966 y 1972 con 21 podiums y 9 victorias y llegó a ganar las 24 Horas de Le Mans en dos ocasiones), si es cierto que no tenía una gran tradición en la fabricación de coches «de calle» y de un día para otro, los responsables de la compañía se cargaron la división de coches. De hecho, fue poco después de fabricar nuestro protagonista, tras el cual, se dedicaron a fabricar la primera generación del Renault Espace. 

El Matra, cuyo nombre procede de “Mécanique Avión Traction”, era una compañía francesa cuya actividad cubría bastantes parcelas. Por ejemplo, estaba muy relacionada con la aeronáutica y el armamento, entrando en el sector de los automóviles tras adquirir la René Bonnet y pasar a fabricar básicamente vehículos de competición y algún modelo de producción como el Matra Rancho, que era una especie de SIMCA 1200 transformado en lo que hoy denominaríamos “crossover”. Obra de Matra es el primer automóvil de producción con motor central trasero, el Matra Djet, diseñado por Bonnet y conocido como Matra-Bonnet Djet. 

Durante la década de los 70, Matra y SIMCA crearon un estrecho vínculo y colaboraron en algunos proyectos juntos, como el Matra Bagheera, un coupé (¿o es un deportivo?) con una extraña configuración de tres asientos en el mismo plano, no en balde, no se podían montar de otra forma. Un coche que, a pesar de lo llamativo de su concepción y de tener un cierto talante deportivo, fue un desastre que recibió el premio “Limón de plata” del Club Alemán del Automóvil (ADAC), un dudoso galardón que se otorga a los coches con más averías y fallos de fabricación. También se criticaron los asientos (extremadamente blandos), aunque en algunas pruebas de la época en la prensa española se tildaran de cómodos y bien diseñados. 

Sinsentido por duplicado

Así, el Matra Bagheera fue un coupé de extraña configuración que, tomando el hilo con el que comenzamos, es un sinsentido. ¿Quién querría un coupé de tres plazas delanteras? ¿De verdad tiene cabida en el mercado algo así? No nos sirve la comparación con el McLaren F1, con el McLaren Speedtail o con el GMA T.50, son coches totalmente diferentes cuyo puesto de mando está colocado en el centro y la lógica invita a aprovechar el espacio disponible a los lados con ambos asientos. En el caso del Bagheera la posición de conducción es la misma de siempre en la mayor parte del mundo, en el lado izquierdo

Sin embargo, la idea de los tres asientos delanteros se mantuvo en el reemplazo del Bagheera, o al menos, en el lanzamiento del coche que recuperaba el espíritu del mencionado coupé. Es el Talbot-Matra Murena, otro coupé cuyo habitáculo contaba con tres asientos delante, colocados en fila. En esta ocasión no es SIMCA, sino un Talbot, aunque se trata de un mero ejercicio de marketing ya que por entonces, Peugeot se hizo con el control de SIMCA a través Chrysler y la renombró como Talbot, un sello que llevaba alrededor de dos décadas muerto y que regresaba para adornar el frontal de los SIMCA fabricados por los americanos para, posteriormente, pasar a fabricar modelos desarrollados por la propia PSA, como el Talbot Horizon o el Peugeot 309, el que estaba destinado a sustituir en el mercado al Horizon pero finalmente no lo hizo (y habría sido todo un bombazo…). 

El Talbot-Matra Murena repetía los mismos conceptos del Bagherra, pero recurriendo a componentes de PSA y Chrysler. Es, casi, un mecano, un coche hecho de retales cuya carrocería y habitáculo es de diseño propio, aunque esto último se inspira en el Bagherra.

Se conocía internamente como “Project M551” y el objetivo era mejorar todos los puntos flacos del Bagheera, siendo el mismo diseñador del mencionado Bagheera, el encargado de dar forma al Talbot-Matra Murena, aunque para el resto de cosas se echó mano del almacén de PSA. 

Por ejemplo, la suspensión delantera y la dirección proceden del banco de órganos de SIMCA, mientras que la caja de cambios de cinco relaciones era original del Citroën CX. En un principio se pensó en el motor Douvrin de Renault, pero los franceses se negaron a suministrar el propulsor para evitar una confrontación con el Renault Fuego. Así, por tanto, se llegó a la decisión de emplear el bloque con 1.592 centímetros cúbicos con 92 CV del Talbot Solara, que se vio acompañado más adelante por un 2.2 del Talbot Tagora con 118 CV, que luego pasó a los 142 CV del Talbot-Matra Murena S (sólo se hicieron 480 unidades de esta versión)

Dicho motor se colocó también en posición trasera central, permitiendo un habitáculo con tres asientos gracias a su anchura. El chasis, por su parte, contaba con chapa galvanizada para evitar los problemas de su antecesor y una aerodinámica especialmente favorable (un Cx de 0,33). 

Se hicieron más de 10.000 unidades y luego, llegó el Renault Espace

La producción del Talbot-Matra Murena no se puede decir que fuera un éxito, pero tampoco un fracaso especialmente grande. Se hicieron 10.680 unidades, con cifras muy similares para el 1.6 y para el 2.2. Matra no volvió a fabricar más automóviles propios y tras el Murena, se centraron en un coche que ha marcado un momento importante en la historia del automóvil: el Renault Espace. Hay que destacar que Peugeot rechazó el proyecto por falta de fondos, pero Renault vio el potencial y no dudo un momento. 

Es una historia bastante interesante, pues el diseño inicial del Espace estaba realizado sobre base Peugeot-Chrysler, pero Matra lo adaptó a la base del Renault 18 cuando se lo presentó a la firma del rombo. El resto ya conocemos como sucedió, aunque a pesar de su importancia en la industria, el Renault Espace no es muy apreciado como vehículo histórico o de colección. Al contrario del Talbot-Matra Murena, que sí parece ser un coche interesante para quienes buscan un coche “viejo” para su garaje. 

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Escrito por Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo.

Me gusta mucho la historia del automóvil y actualmente estoy creando una biblioteca personal dedicada, en exclusiva, a la historia del motor en España. También cuento con una enorme colección de material escaneado y he escrito el libro "El 600, un sueño sobre ruedas" (editorial Larousse).

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