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El resultado de reducir el peso en el Abarth 1000 Bialbero Zagato

A comienzos de los sesenta la gama de Abarth era tan específica en sus versiones para competición que llegaba a ofrecer más de treinta modelos diferentes. De esta forma, cada piloto podía encontrar lo que estaba buscando. No obstante, de entre todos los modelos destacó el Abarth 1000. Un vehículo con excelente relación peso / potencia que en algunos casos fue carrozado por Zagato. Justo el caso que traemos hoy a las páginas de La Escudería.

Trazar la historia de Abarth es bucear en una de las genealogías del motor más ricas y variadas de la industria europea. Toda una panoplia de versiones y preparaciones que incluso llegan a tener diferencias entre diferentes unidades de una misma serie. Y es que las creaciones de Carlo Abarth no sólo se hacían de forma casi artesanal. Sino que también evolucionaban día a día según multitud de ensayos. Además, para añadir complejidad al asunto algunos modelos como el Abarth 1000 Bialbero se vestían por diferentes carroceros. Alterando así el aspecto y por tanto la facilidad para saber qué es exactamente lo que uno tiene delante.

Una enorme complejidad en la que, además, debemos añadir las modificaciones introducidas por cada piloto y escudería. De esta forma, se puede decir que sería raro ver un modelo de la casa del escorpión igual a otro en todos los aspectos. Al menos hasta la compra de Abarth por parte de FIAT en 1971. Momento en el que sus intervenciones comienzan a disciplinarse en grandes series como la del Autobianchi A112 Abarth. Eso sí, coincidiendo con su disolución en la práctica al convertirse todos sus ingenieros en el núcleo del departamento de competición del Grupo FIAT.

Un lugar desde el que Abarth intervino en modelos como los Lancia Delta del WRC o LC2 para Le Mans. Pero ya desde el anonimato que da estar dentro del proceso productivo de una gran empresa donde has vendido tu independencia para convertirte en un departamento más. No obstante, más allá de recuerdos nostálgicos sobre el fin de los pequeños fabricantes independientes lo cierto es que Abarth firmó algunas de las mejores páginas del automovilismo deportivo durante los sesenta. Década que comenzó con modelos como el Abarth 1000 Bialbero. Un ejemplar mítico que aquí se presenta carrozado por Zagato.

ABARTH 1000 BIALBERO, LA VICTORIA DE LO LIGERO

Cuando en 1949 Carlo Abarth fundó su empresa ésta se dedicaba básicamente a sobrevivir. Y no es raro que así fuera. Al fin y al cabo, durante la dura postguerra BMW cuadró las cuentas haciendo ollas y material de cocina. Y eso por no hablar de la reconversión que la británica BSA tuvo que hacer al acabar la contienda. Virando hacia la fabricación masiva de motocicletas para sustituir a su antigua facturación como proveedor de armas para los ejércitos aliados. No obstante, Abarth sí enfocó sus actividades dentro de un segmento más o menos delimitado: los automóviles deportivos.

Así las cosas, Abarth se encargó de realizar todo tipo de preparaciones para pequeñas carreras de pilotos aficionados o semiprofesionales. De esta forma fue ganando prestigio. Adquiriendo un saber que principalmente se basó en la misma fórmula que usó Colin Chapman en Lotus. “No me des caballos, quítame peso”. De esta forma, Abarth comenzó a ser dominante en las categorías de menos cilindrada. Siendo capaz de convertir las mecánicas de sencillos utilitarios FIAT en temibles armas responsables de vérselas de tú a tú en las carreras con modelos muy superiores.

Algo que llamó la atención de la casa de los Agnelli. La cual empezó a proveer de chasis y mecánicas a Carlo Abarth dando un aura de reconocimiento oficial a sus creaciones. Por tanto, hasta la llegada de los chasis tubulares de creación propia diseñados por Mario Colucci los Abarth están unidos a chasis procedentes de los FIAT más pequeños. Especialmente del popular 600. Modelo lanzado en 1955 y en cuya serie D se basa el Abarth 1000 Bilabero. Presentado en el Salón de Turín en 1961.

LA FINURA MECÁNICA SOBRE UNA BASE MUY SENCILLA

Una de las características que hacen extraordinaria la trayectoria de Abarth es su capacidad para convertir en extraordinario lo cotidiano. Y no. No estamos usando ningún tipo de metáfora tan vacía como melosa. En verdad hablamos sobre hechos tangibles. Al fin y al cabo, la base de la mecánica del Abarth 1000 Bilabero está en el mismo motor del FIAT 600. Eso sí, aquí el incremento de la cilindrada hasta el litro y especialmente los dos arboles de levas en cabeza -de ahí el apelativo Bialbero- aumentan la potencia hasta los 102CV. Una verdadera finura mecánica. Siendo siempre llamativo ver el exquisito funcionamiento de este mecanismo responsable de sacar prestaciones inesperadas al sencillo bloque motor del popular utilitario.

Algo a lo que contribuyen los dos carburadores Weber 40 DCOE. Un propulsor perfecto siempre y cuando se incorpore a una montura con poco peso. Precisamente uno de los campos de juego mejor dominados por Abarth, dejando el conjunto del Abarth 1000 Bialbero en poco más de 550 kilos. Sin duda esto genera una magnífica relación peso/potencia, obrando el milagro al partir de elementos de un coche de serie totalmente corriente para llegar a unas cotas deportivas capaces de poner en aprietos a los mejores modelos de Ferrari o Porsche si se compite por carreteras de curvas.

Respecto a la carrocería, los Abarth 1000 Bialbero recibieron diferentes cuerpos. En ese sentido, los más elegantes y estilizados no son los de Zagato. Pero sí puede que sean los más efectivos al contar con una excelente aerodinámica y un peso muy contenido gracias a utilizar materiales como el aluminio o la fibra de vidrio. Además, en el apartado estético la verdad es que resulta magnético ver los típicos detalles musculosos de este carrocero. Expresados aquí en las imponentes jorobas de la zaga responsables de las tomas de aire para la refrigeración. Elementos que hacen de este Abarth 1000 Bialbero Zagato una de las unidades más interesantes del modelo.

Fotografías: Bonhams

P.D. Para ilustrar este artículo sobre el Abarth 1000 Bialbero nos hemos decantado por una unidad carrozada por Zagato en 1963. Además, ésta en concreto estuvo durante más de tres décadas en manos de la mítica y extinta colección Maranello Rosso. Tras el desmantelamiento de la misma se ofreció el pasado 2015 por Bonhams, la cual la entregó en el marco de las subastas de Goodwood.

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Escrito por Miguel Sánchez

A través de las noticias de La Escudería, viajaremos por las sinuosas carreteras de Maranello escuchando el rugido de los V12 italianos; recorreremos la Ruta66 en busca de la potencia de los grandes motores americanos; nos perderemos por las estrechas sendas inglesas rastreando la elegancia de sus deportivos; apuraremos la frenada en las curvas del Rally de Montecarlo e, incluso, nos llenaremos de polvo en algún garaje rescatando joyas perdidas.

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