Miguel Sánchez
1969 fue un año clave para FIAT pero aún más para Ferrari. Y es que en aquel momento los de Maranello cedieron el 50% de su empresa al conglomerado liderado por Gianni Agnelli. Eso sí, reservándose Ferrari pleno control sobre el área deportiva para dejar así la gestión de los vehículos de serie a los experimentados ejecutivos de FIAT. Además, en el campo del diseño Ferrari se enfrentaba a los cambios mecánicos y estéticos anunciados para comienzos de los setenta. Década en la que inauguró su saga de motores V8 con el 308 en 1975.
Así las cosas, uno de los últimos modelos presentados antes del acuerdo con FIAT fue el 365 GTB conocido de forma no oficial como Daytona. Denominación en recuerdo del aplastante triplete conseguido en 1967 por los 330 P4 durante las 24 horas de aquel circuito. Un modelo GT en la más pura tradición de Maranello. Propulsado por un imponente V12 atmosférico de 4’4 litros colocado de forma longitudinal en la delantera para rendir 352CV al subir alegremente por encima de las 7.500 rpm. Todo ello vestido con una carrocería Pininfarina salida de los lápices de Leonardo Fioravanti.
Diseñador que entendía a la perfección el impacto del nuevo diseño en cuña, adecuando sus líneas a la próxima década de los setenta. En ese sentido, la carrocería del Daytona no tenía nada que ver con la de su predecesor el 275 GTB. Un modelo marcado por las suaves y redondeadas formas de los sesenta, aún deudoras del 250 GTO y otros ejemplos de la era dorada de los GT. De esta forma, el 365 GTB montó un afilado diseño con líneas rectas y ángulos agresivos. Características heredadas por su versión 2+2. El 365 GTC4, del cual se cumplen ahora 50 años siendo el primer Ferrari de serie desarrollado bajo el control de FIAT.
FERRARI 365 GTC4. SIGUIENDO EN LA SAGA DE LOS 2+2
Tradicionalmente, los 2+2 han sido modelos a los que la afición de Ferrari nunca ha considerado entre los “cavallinos” más destacados. No obstante, estos protagonizan una saga que tiene su precedente en algunos modelos de los cincuenta que ya contaban con dos escuetos asientos traseros. Cimiento sobre el cual arrancó la saga en 1960, cuando el 250 GT 2+2 se estrenó como el primer Ferrari de cuatro asientos fabricado en serie. Un vehículo potente pero elegante y práctico, claramente deudor de las líneas marcadas por Pininfarina en los prototipos Lancia Florida.
Buen arranque para la saga de los 2+2, la cual siguió con las dos series del 330 GT 2+2. El vehículo favorito de Enzo Ferrari para el día a día, cuya practicidad no puede hacernos olvidar que se trata de un auténtico V12 al igual que otros Ferrari de cuatro plazas como el 456 o el 612 Scaglietti. Historia en la que se inserta en 1971 el 365 GTC4 como el derivado 2+2 del Daytona, del cual no sólo le aparta la carrocería sino también ciertos ajustes mecánicos para suavizar la respuesta del motor con 320CV. En ese sentido, su V12 se domó para bajar el régimen de máximas revoluciones.
Hecho que hizo del 365 GTC4 un Ferrari de cuatro plazas menos nervioso que el biplaza Daytona. Más cómodo en su conducción, con un excelente par motor y buen manejo a bajas vueltas. Además, respecto a la carrocería Pininfarina hizo un excelente trabajo al conseguir insertar los dos asientos traseros sin alterar las proporciones propias de un coupé. Unas líneas que rompen del todo con los esquemas de la década anterior, siguiendo ya de forma precisa los postulados del diseño en cuña para acabar en una zaga cortada en estilo Kammback.
LIMITACIONES DE USO Y SUSTITUTO MÁS HABITABLE
Hablando de habitabilidad hemos de precisar que no es lo mismo un cuatro plazas reales que un 2+2. Y es que, mientras el primer tipo acomoda cuatro adultos sin problemas el segundo tan sólo garantiza espacio para niños o maletas. Una limitación característica del 365 GTC4, el cual es uno de los Ferrari de cuatro plazas más escuetos en su habitabilidad. De hecho, aunque sus numerosos extras lo definen como un deportivo cómodo y adaptado al día a día las plazas traseras encuentran su mejor uso cuando están abatidas. Disposición con la cual se crea una amplia plataforma de equipaje.
Por ello el 365 GTC4 sólo se fabricó durante algo menos de dos años cesando la producción al llegar a 500 unidades. La mayor parte dirigida al mercado americano, donde por leyes de emisiones debieron ser incorporados unos nuevos colectores de escape que capaban aún más la potencia. No obstante, la saga de los Ferrari con cuatro plazas continuó con el 365 GT4 2+2. Un modelo rectilíneo con el cual se ultimó la transición estética hacia los setenta junto a la presentación en 1971 de la primera Berlinetta Boxer.
Todo ello con los Estados Unidos en mente, motivo por el cual su primera actualización llegó a ofrecer una versión con cambio automático. Aberración para muchos puristas, pero que al otro lado del Atlántico fue una característica aplaudida como puede comprobarse por el éxito del 365 GT4 y sus actualizaciones el 400 y el 412. Jalones en la saga de los Ferrari con cuatro plazas, la cual llega hasta el pasado 2020 con el GTC4 Lusso y sus 690CV en la versión V12. Una historia en la que el 365 GTC4 cumple 50 años desde que en 1971 se presentara como el primer Ferrari de serie desarrollado bajo la supervisión del Grupo FIAT.
Fotografías: Ferrari / RM Sotheby’s
P.D. La unidad escogida para ilustrar el artículo es el chasis 14461. Uno de los modelos a subastar por RM Sotheby’s en el marco de la colección Guikas. Lo cual se producirá el próximo 19 de noviembre en la localidad de Le Castellet -sur de Francia-.
