Iván Vicario Martín
Presentada oficialmente en 1968, hace ahora 55 años, la Škoda 1203 se convirtió en la fiel compañera de decenas de miles de ciudadanos de países del Este de Europa. Se mantuvo en producción hasta el año 2017, antes de ayer como quien dice. Durante todo este tiempo se han producido cerca de 160.000 unidades de todas sus variantes. Y éstas fueron muy numerosas e incluyeron usos como autobús, ambulancia, camión y, atención, coche fúnebre.
Aunque en el titular la comparamos con la Volkswagen Bus, lo cierto es que su configuración mecánica era opuesta. Estaba propulsada por un motor de 4 cilindros en línea de 1.221 cm3 y 49 CV situado en la parte delantera. También contaba con tracción delantera, lo que ayudaba a despejar la zona de carga y contribuía a un mejor aprovechamiento del espacio. De esta forma, ofrecía 5,2 metros cúbicos de caja y una capacidad de carga de 750 kilogramos. Además, las puertas traseras se abrían en dos hojas horizontalmente.
En sus innovaciones, al menos en su categoría, estaban las suspensiones independientes en las cuatro ruedas. Un elemento que a buen seguro valoraron muy positivamente los conductores de una época en la que las carreteras no tenían nada que ver con las actuales. En un ejemplo de economía de costes, algo que, aunque ahora nos parezca lo último, se practica desde que se inventó el automóvil, el salpicadero y los pilotos procedían del recién estrenado Škoda 1000 MB.
EL DESARROLLO DE LA ŠKODA 1203
Tras el denominado “Telón de acero”, las cosas iban lentas, pero seguras. Así, el desarrollo del conocido internamente como Š 979 echó a andar en 1956. Los diseñadores crearon una carrocería con ciertos volúmenes, huyendo de formas rectilíneas. Su estética destaca también por sus amplias superficies acristaladas y ha resistido bastante bien el paso del tiempo.
Aunque se presentó al público por primera vez el 14 de septiembre de 1968, su producción en serie tardó más de un año en arrancar. Lo hizo el 20 de noviembre de 1969 en la planta de Škoda en Vrchlabí (Chequia). La primera variante comercializada fue el furgón, que pesaba apenas 1.170 kilos. Sus dimensiones exteriores eran de 4.520 m de largo, 1.800 de ancho y 1.900 de alto. Además, anunciaba una velocidad punta de 90 km/h, aunque a 60 km/h ya consumía 11 litros a los 100 km. De gasolina, nada de diésel.
En aquella época, en la antigua Checoslovaquia sólo las empresas, organizaciones estatales o cooperativas podían comprar una Škoda 1203 nueva. Tenían que solicitarlo previamente a la Comisión Estatal de Planificación, quien valoraba cada petición y entregaban el “vale de saldo”. Con éste, ya se podía pagar y recibir el vehículo. Es decir, nuestra protagonista únicamente llegó a manos privadas en el mercado de segunda mano.
EVOLUCIÓN
Al poco tiempo, ya se ofertaba también como minibús, al que siguieron otras variantes de carrocería, desde camiones plataforma o con caja, pasando por ambulancias y los citados coches fúnebres. Como curiosidad, el equipo de carreras de la marca empleó una versión con plataforma extendida para transportar los coches de una competición a otra. Uno de sus principales rivales fue el Barkas B 1000 de Alemania del Este, que usaba el motor de 3 cilindros y dos tiempos del Wartburg. También lo fueron los polacos Žuk y Nysa, propulsados por arcaicos motores de 4 cilindros derivados de los GAZ M20 Pobeda soviéticos.
A lo largo de su larga vida comercial, la Škoda 1203 fue objeto de continuas mejoras. En 1988, en su 20º aniversario, recibió un motor de 1.433 cm3 y 57 CV, además de una nueva caja de cambios de cinco velocidades que redujo no sólo el consumo, sino la sonoridad general. También se montaron frenos de doble circuito, mientras que se refrescaba el diseño exterior. Ya en los 90, se la dotó un motor diésel de 4 cilindros y 1,9 litros de origen Volkswagen.
Aunque TAZ se privatizó después de la caída del Muro de Berlín, la producción siguió manteniendo el nombre original, aunque a partir de 1993 pasó a denominarse TAZ 1500. Con la introducción de la versión diésel tres años más tarde, se llamaría TAZ 1.5i -por inyección-, mientras la variante de gasóleo sería denominaría TAZ 1.9D. El modelo original dejó de fabricarse -ahora en Trnava, Eslovaquia- en el año 1999, aunque se continuó ensamblando de manera artesanal y bajo pedido hasta 2017. Las hacía Ocelot Auto, una pequeña empresa en la localidad checa de Žacléř, a apenas 16 kilómetros de la planta original de Vrchlabí.
PRODUCCIÓN
Se calcula que entre 1968 y 1981 salieron de la factoría de Vrchlabí un total de 69.727 unidades del Škoda 1203, a las que habría que sumar otros 89.000 ejemplares ensamblados en Trnava de todas las versiones entre 1973 y 1999. En total, 158.727 vehículos a los que se añaden los que fabricados artesanalmente en Žacléř y de los que no hay cifras oficiales.
Dada su enorme longevidad, popularidad y a la gran cantidad de versiones de las que gozó, la Škoda 1203 estuvo muy presente en la vida cotidiana de los ciudadanos checoslovacos. Se puede decir que literalmente desde la cuna (variante ambulancia) hasta la tumba (variante coche fúnebre).
