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Ferrari Daytona Prototipo, así podría haber sido el definitivo 365 GTB/4

Cuando todo el mundo creía que Ferrari saldría con un deportivo de motor central, la marca optó por lo tradicional: un motor delantero. Sin embargo, el diseño final podría haber sido bien distinto y quizá, demasiado conservador comparado con el rival que todos le colocaron: el Lamborghini Miura.

El Ferrari 365 GTB/4, más conocido por todos como “Daytona” –apelativo no oficial, por cierto–, se puso en circulación con unas características que dejaron a todo el mundo un poco confuso. Lamborghini había roto todos los moldes sobre coches deportivos con el Miura, un automóvil con un motor V12 central en posición transversal y un diseño, obra del señor Marcello Gandini, que dejaba sin palabras.

Frente al Miura, Ferrari lanzó un muy tradicional Gran Turismo con motor delantero, una elección que sorprendió a más de uno, ya que se esperaba que Maranello respondiera a Ferruccio con una arma similar, pero al estilo Ferrari. El caso es que Enzo, en su ya conocida intransigencia, siempre prefirió los motores delanteros –los motores V12 más concretamente– y por lo general, dirigía su empresa con mano dura.

No obstante, en esta ocasión, aunque Enzo siempre estaba presente en todas las decisiones de la empresa, se escogió el motor delantero por otras razones, aparte de los gustos personales del jefe.

Además, es importante destacar que en aquellos años, a finales de la década de los 60, Ferrari tuvo que recurrir a Fiat para asegurar el futuro de la empresa y tenía que reemplazar al 275 GTB, un modelo que se presentó en el Salón de París de 1964.

FERRARI 365 GTB/4, TRADICIÓN POR NECESIDAD

El Ferrari 275 GTB había sido el buque insignia de la compañía durante la mitad de la década de los 60, pero la puesta en escena del Lamborghini Miura cambió las reglas del juego y puso a los de Maranello contra las cuerdas. La prensa, los expertos y los aficionados no tardaron en echar leña al fuego sobre lo que podrían y lo que tendrían que hacer en Ferrari. Obviamente, todo el mundo esperaba un motor central, como en el Miura, pues se consideró, casi desde el primer momento, que sería la configuración de todos los futuros superdeportivos.

No se equivocaban, pero Ferrari no se dejó llevar tan rápido por el cambio de tercio, y no se dejó llevar porque, en realidad, no podía hacerlo. Ferrari, en aquellos años, no estaba preparada y más importante, no tenía los medios para desarrollar un coche de producción con motor central. Es cierto que tenía mucha experiencia y habían logrado muchos éxitos en competición con vehículos de motor central, pero la producción era una cuestión muy diferente.

Tras analizar las diferentes opciones posibles para el próximo paso en el mercado, se tomó la decisión final de que, el reemplazo del Ferrari 275 GTB/4 sería otro Gran Turismo con motor delantero. Además, se partiría del mismo 275 GTB/4 para el desarrollo del nuevo modelo, lo que condicionaba un poco más el desarrollo y el diseño. Así, por tanto, mientras todo el mundo esperaba una respuesta similar al Miura, Ferrari lanzó un tradicional GT con motor V12 delantero.

FERRARI DAYTONA PROTOTIPO, A MEDIO CAMINO ENTRE EL 275 Y EL 365

El Ferrari Daytona, como muchos conocen al resultado del proyecto, resultó ser un modelo espectacular. Pininfarina creó, como de costumbre, un automóvil de líneas arrebatadoras, elegantes y muy afiladas, que hacían olvidar su “vieja” configuración. Las primeras unidades, con los faros cubiertos por una plancha de plexiglás, no gustaron en Estados Unidos, así que pronto se optó por unos faros retráctiles para dar forma al frontal que la mayoría conoce.

No obstante, el 365 GTB/4 estuvo muy cerca de haber tenido otro aspecto bastante distinto, como atestiguan los dos prototipos de desarrollo que sobrevivieron hasta el día de hoy. Dos coches muy interesantes y que demuestran que la creación del Ferrari 365 GTB/4 Daytona no fue nada sencillo. No en balde, Lamborghini les había puesto el listón tremendamente alto.

Al observar las líneas de los prototipos supervivientes, se puede apreciar una mezcla de líneas y estilos, una combinación del diseño de los años 60, con los nuevos gustos de los años 70. Había rasgos del 275 GTB/4, pero también del 365 GTB/4 que conocemos todos.

El frontal, por ejemplo, era claramente una evolución del 275, mientras que la trasera es, por así decirlo, una vista previa del diseño final del Daytona.

La vista lateral, por su parte, se trasladó sin cambios al Daytona, con su larguísimo morro y toda la suavidad de líneas. Las formas de la carrocería fueron obra de Leonardo Fioravanti, quien trabajaba para Pininfarina en aquellos años.

SOLUCIONES TRADICIONALES, PERO MUY PROBADAS

Era llamativo comprobar que todo en el Daytona era muy tradicional, aunque el resultado final fuera espectacular, y eso se veía venir incluso con los prototipos. El primero en fabricarse, por ejemplo, tenía un chasis de tubos ovalados de gran sección –como siempre en Ferrari–, con subchasis separado para soportar los paneles de la carrocería.

Las suspensiones eran de tipo independiente, la caja de cambios iba en bloque con el diferencial y estaba colocada sobre el eje trasero, mientras que el motor se colocaba delante del habitáculo con el cigüeñal en posición longitudinal. Este motor también era muy especial, ya que no llegó a producción.

Se trataba de un motor experimental conocido como “Testa Piatta”, con bloque de cilindros procedente del Ferrari 330 GT, pero con nuevas culatas con tres válvulas por cilindro inspiradas en las usadas en el 330 P4 ganador de las 24 horas de Daytona en 1967.

FERRARI DAYTONA PROTOTIPO, CULATAS Y COMERCIALIZACIÓN

Aquellas culatas eran planas, pero se completaban con pistones de cabeza abovedada para crear la cámara de combustión, lo que obligaba a montar las válvulas verticalmente. Gracias a eso, los árboles de levas –dos por culata– se podían montar muy juntos, bajo una única tapa. Solo se fabricó una unidad de este propulsor, el segundo prototipo superviviente lleva el V12 del 275 GTB/4.

Ninguno de los dos Ferrar 365 GTB/4 Prototipo se mostró al público en su época y se emplearon como banco de pruebas para los motores y los cambios estilísticos. Cuando se terminó con el desarrollo, el lugar de destruirlas, Ferrari optó por vender los prototipos, ya que eran coches totalmente funcionales.

A modo de curiosidad, la denominación de Daytona iba a ser, oficialmente, la que se daría al modelo, pero Enzo Ferrari se puso furioso cuando el nombre se filtró y decidió no usarlo en el modelo de calle. Sin embargo, en la documentación de venta del segundo prototipo aparece la palabra “Daitona” –ortografía italiana– en referencia al coche.

Imágenes: RM Sotheby’s

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Escrito por Javi Martín

Si me preguntas de donde viene mi afición por el motor, no sabría responder. Siempre ha estado ahí, aunque soy el único de la familia al que le gusta este mundillo. Mi padre trabajó como delineante en una empresa metalúrgica con mucha producción de piezas de automóviles, pero nunca hubo una pasión como la que puedo tener yo.

Me gusta mucho la historia del automóvil y actualmente estoy creando una biblioteca personal dedicada, en exclusiva, a la historia del motor en España. También cuento con una enorme colección de material escaneado y he escrito el libro "El 600, un sueño sobre ruedas" (editorial Larousse).

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