feria clasicos avila 2015
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Fería de Clásicos Populares de Ávila, auténtica

[dropcap]E[/dropcap]Es esta una feria regional, pequeña pero no exenta de gracia. La Feria de Vehículos Clásicos Populares de Ávila llega a su 8ª edición aguantando el tipo y aplicando la fórmula que le ha valido el éxito desde el principio: Cercanía, familiaridad, precios ajustados y, ante todo, humildad; y es que lo que el visitante se imagina antes de llegar es justo lo que obtiene una vez cruza la puerta de entrada.

La feria de clásicos de Ávila tuvo lugar el pasado fin de semana en la cubierta multiusos de la plaza de toros de la capital abulense, a las afueras de la ciudad. Como su nombre indica, el recinto se encuentra parcialmente al aire libre, pero goza un gran espacio de aparcamiento y de la cafetería de rigor al otro lado de la avenida. ¿Qué más se puede pedir?

Ramón Roca y los «Doge» de Barreiros

Pues, para empezar, admirar un poco de hierros viejos y charlar con las caras conocidas que uno suele cruzar en este tipo de eventos. Respecto a los primeros, la muestra fue concisa pero efectiva: Nada más abonar la entrada de 5 euros y entrar el visitante se daba de bruces con un bonito Alfa 6 y dos VW de ventana oval, por poner dos ejemplos; a la izquierda, un lujoso Peugeot 604 automático estaba a la venta.

Avanzando un poco más nos encontrábamos con una exposición de Dodge 3700 GT a los que acompañaba una coqueta Vespa. A la vista de sus dimensiones y solidez no resulta difícil imaginarse lo que supusieron en la España de los años 70, un verdadero coche de representación al que solo los personajes de la élite económica y política tenían acceso.

Y hablando de los «Doge» de Barreiros, don Ramón Roca tenía previsto conferenciar sobre ellos el sábado pero finalmente se decantó por una amena charla sobre los coches que, en su opinión, marcaron un hito en la historia del automovilismo. Ford T, Hispano-Suiza Alfonso XIII, Lancia Lambda, Kaiser-Frazer, Citroën DS, Jensen Interceptor o Toyota Prius fueron sólo algunos de los elegidos.

Quizá llamarlo conferencia sea exagerar: Se trató más bien de una exposición y charla entre amigos en la que todo un experto en la materia dio una lección magistral de locuacidad y humildad, y en la que los 30 o 40 asistentes disfrutamos de lo lindo con las anecdotas contadas. Divertido y campechano, el señor Roca nos enseñó a la vez que nos hizo pasar a todos un buen rato.

Feria de Clásicos de Ávila: Maquinaria destacable

Pero volvamos a la maquinaria presente en la Feria de Vehículos Clásicos Populares de Ávila. Al lado de los Dodge estaba el stand del Club de Amigos del Rombo, en el que se exhibían un Renault Dauphine, un 8 TS, un 5 Turbo, un Maxi Turbo y un Clio V6. A decir de estos últimos, resulta llamativo lo parecidos que son en su concepción y, a la vez, lo distintos en cuanto a comportamiento: El primero noble, el segundo dicen que un tanto imprevisible.

Visto el stand de Renault uno giraba la cabeza a la derecha y ahí estaba… Todo un Toyota Supra de tercera generación cuya presencia en la feria muchos criticarán para que a mí me impresionó. Coche de culto de preparadores, el Supra se midió en su época a rivales del la talla del Honda NSX, el Mitsubishi 3000 GT o el Mazda RX-7, deportivos nipones cada uno con su carácter particular pero unánimemente respetados.

Allí estaba, con su aspecto algo macarra, su 6 cilindros en línea longitudinal de 3 litros doblemente turboalimentado y sus alrededor de 380 CV; todo un purasangre escasísimo en España y restaurado por un padre y un hijo que no han escatimado en medios para dejar este estricto 2+2 tan lustroso como cuando dejó el concesionario.

Por otro lado, me llamó la atención un Fiat 124 Spider completamente restaurado en el stand del taller madrileño Más Que Clásicos y que tenía muy buena pinta; a partir de aquí, otros clásicos interesantes a mi juicio eran sendos Mercedes 190 SL y Pagoda, cuyas cotizaciones dicho sea de paso no paran de subir, un par de Jaguar XJ-6 y un coquetísimo 600 color granate. Pero donde verdaderamente estaba la acción, sobre todo el sábado, era en el parking…

La fiesta seguía afuera

Todos juntitos, y como si de una extensión de la feria se tratase, decenas de clásicos resplandecían a ratos al sol, a ratos a la sombra. Hubo bastante Renault de los años 60 en adelante: Una ristra de R8’s celebrando su 50 aniversario, bastantes R5’s en su mayoría Turbo, un par de 21’s también turboalimentados y Clios vitaminados a granel.

Como podéis ver a continuación, también se dejaron ver otros clásicos populares -Seat 124 y 1430-, amén de exóticos en nuestro país como Porsche 911, Ford Anglia, Triumph de diverso pelaje, Mercedes AMG, Volvo P1800 o Audi Quattro, entre otros. Toda una delicia y una excusa para salir de vez en cuando a tomar el aire y a ver qué había de nuevo.

De recambio, automobilia o libros y revistas había lo justo, pero tampoco se esperaba más: Como he dicho al principio esta es una feria regional y graciosa, a la que se va a pasar un buen rato y sin demasiadas exigencias. La organización es eficiente y muy cercana, y nos da a la afición la excusa perfecta para juntarnos y disfrutar de una ciudad monumental en la que se come de miedo. En mi opinión, la Feria de Vehículos Clásicos de Ávila sigue cumpliendo con dignidad.

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Escrito por Javier Romagosa

Me llamo Javier Romagosa. Mi padre ha sido siempre un apasionado de los vehículos históricos y yo he heredado su afición, a la par que crecía entre coches y motos clásic@s. He estudiado periodismo y sigo haciéndolo, ya que quiero convertirme en profesor universitario y cambiar el mundo... Ver más

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