Miguel Sánchez
A medio camino entre Nueva York y Toronto el circuito de Watkins Glen albergó el GP de F1 de los Estados Unidos durante casi 20 años. Gracias a ello, al menos un fin de semana al año los focos del automovilismo deportivo mundial recaían sobre el mismo, siendo un escenario perfecto a fin de promocionarse en el mercado americano. Algo muy bien sabido por Alfa Romeo, la cual estrenó aquí su 2000 Spider Veloce “Niki Lauda Edition” aprovechando el GP de 1978.
Una edición especial fijada en tan sólo 350 unidades entre las más de 124.000 adscritas a la saga del Spider; capaz de evolucionar a lo largo de 28 años para ser así el Alfa Romeo con la vida comercial más longeva.
Asimismo, la presentación de esta serie conmemorativa -sólo disponible para el público estadounidense- vino a celebrar la incorporación durante aquella temporada del piloto austriaco en Brabham. A la sazón, escudería responsable de motorizar a su BT46 con el 12 cilindros de la casa italiana.
Dicho esto, lo mejor será ir por partes de cara a comprender el contexto de este Spider ya que, además de hablarnos sobre el regreso de Alfa Romeo a la F1, también es capaz de darnos múltiples pistas sobre los retos técnicos asumidos por la marca con la intención de entrar sin problemas de homologación dentro de aquel mercado tan vital en términos comerciales.
1966, UNA NUEVA LEY DE EMISIONES
A pesar de contar con una tradición tecnológica insistente para con las grandes cilindradas y los consumos generosos, Estados Unidos experimentó con una nueva y más restrictiva ley de emisiones desde 1966. Aprobada por la administración federal, ésta comprometía el desempeño de las mecánicas más deportivas al poner el acento en la mejora de procesos como la catalización o la carburación.
Es más, aquella legislación pilló con el paso cambiado a los fabricantes europeos, quienes tuvieron que rebajar considerablemente la potencia de sus motores a fin de adaptarse a las nuevas restricciones medioambientales. De esta manera, a partir de aquel momento empezó ser muy común ver dos fichas técnicas para un mismo modelo: una destinada al mercado europeo y otra, con las prestaciones mermadas, al estadounidense.
No obstante, ya que todo obstáculo tiende a promover nuevas soluciones es justo reconocer cómo aquella circunstancia aceleró no sólo el desarrollo de los catalizadores sino también el de la alimentación de los motores. De hecho, la aplicación masiva de la inyección directa en sustitución de los carburadores no se entiende sin hechos como éste o la Crisis del Petróleo de 1973.
ALFA ROMEO Y EL MERCADO AMERICANO
Tras el éxito de los roadster británicos en el mercado estadounidense, Alfa Romeo intuía muy bien las posibilidades comerciales de un descapotable ligero y deportivo al otro lado del Atlántico. Así las cosas, el lanzamiento de su Spider en 1966 vino acompañado con una potente campaña publicitaria destinada al público americano.
Entre los fastos se incluyó el embarque de tres unidades en un viaje promocional hasta Nueva York -una roja, otra blanca y otra verde, dejando así clara la apuesta por lo italiano- y, claro está, el protagonismo cosechado en las pantallas tras el estreno de El Graduado en 1967. Película en la que, como un personaje más, el Alfa Romeo Spider “Duetto” copaba multitud de planos en diversas escenas.
De todos modos, aquella luna de miel para con el público estadounidense se vio rápidamente truncada por la legislación federal aprobada, justamente, durante el mismo año de presentación del modelo. Bajo este contexto, la casa italiana no tiró la toalla sino que redobló su apuesta deportiva echando mano de tecnología procedente del mundo de las carreras. Bravissimo!
SPICA, LA RESPUESTA A LAS RESTRICCIONES MEDIOAMBIENTALES
Obligados a cumplir con una normativa más restrictiva en cuestión de emisiones, los fabricantes deportivos se vieron puestos ante una tesitura nada fácil. Por un lado estaba la posibilidad de priorizar los filtros del escape frente a la capacidad del motor; vía ésta que, aún lastrando la potencia, resolvía el problema de la homologación estadounidense con muy poca inversión.
Sin embargo, por otra parte estaba el invertir grandes dosis de trabajo y dinero en la mejora de la combustión buscando emisiones aceptables sin que esto redundase en la merma de potencia. Una vía ardua y compleja aunque, al mismo tiempo, necesaria si se quería ser competitivo a largo plazo.
Llegados a este punto, Alfa Romeo recurrió a su división de carreras Autodelta incorporando al Spider el sistema de inyección mecánica Spica. Creado originalmente por la Società Pompe Iniezione Cassani & Affini para su uso en tractores, éste se basó en una bomba capaz de introducir la cantidad justa de combustible a cada momento y en cada cilindro gracias a un complejo sistema de émbolos y pistones.
En suma, un elemento montado de forma experimental en algunos Tipo 33 de carreras y que, en un verdadero alarde tecnológico por parte de Alfa Romeo, saltó a los Spider estadounidenses a finales de los años sesenta. Y sí, aunque la complejidad mecánica aumentaba de forma muy osada lo cierto es que el Spica permitía cumplir con las emisiones requeridas sin por ello recortar en exceso la potencia.
CON LA SERIE 2 LLEGA EL ASENTAMIENTO COMERCIAL EN EE.UU
Más allá de la belleza de los volúmenes, en automoción no debería haber nada más hermoso que lo efectivo. Partiendo de esto, en 1969 la primera actualización del Spider adoptó una cola cortada en estilo “Kammback” limitando así los vórtices de aire creados por la suave caída trasera del anterior “Osso di Seppia”.
Asimismo, al fin llegaba una motorización más generosa en su cubicaje apareciendo el 2000 Spider Veloce con 1.972 cc para, según el catálogo del modelo en los Estados Unidos, entregar fuerza desde bajas revoluciones dando 149,14 Nm a 3.500 rpm con un índice de compresión de 9.0:1.
Un despliegue técnico rematado con hasta 126 CV, capaz de subir alegremente en vueltas gracias a cotas cuasi cuadradas en el cilindro -84 de diámetro por 88,5 de carrera- así como a una caja de cambios claramente deportiva.
Asimismo, y aun no respetando la estética pulida por Pininfarina, el Alfa Romeo Spider de segunda serie incorporaba los voluminosos paragolpes exigidos por la normativa de seguridad estadounidense.
Todo ello para sumar más de 38.000 unidades contando todas las motorizaciones, dejando así un excelente saldo comercial especialmente notable en relación al mercado americano. Aquel para el cual la casa italiana incluso llegó a preparar diseños específicos como el Alfetta 2000 Iniezione America.
NIKI LAUDA FICHA POR BRABHAM AL SALIR DE FERRARI
Tras ganar con Ferrari el campeonato mundial de F1 en 1975 y 1977, Niki Lauda fichó por la escudería británica Brabham de cara a 1978. Comandada en su ingeniería por Gordon Murray, fue precisamente durante aquel año cuando ésta ensayó con fórmulas tan ingeniosas como la del “ventilador” responsable de aumentar la carga aerodinámica en el BT46B.
No obstante, aquello duró tan sólo una carrera -ganada por Niki Lauda- antes de ser prohibido por la FIA, dejando así el protagonismo técnico del BT46 al motor Alfa Romeo con 12 cilindros y tres litros derivado del montado en el Tipo 33 TT12 ganador del Mundial de Resistencia en 1975.
Posiblemente, el culmen en la carrera de Carlo Chiti y, sin duda, el de la prolífica saga de los Tipo 33 nacida a finales de los años sesenta amén de ser el responsable del regreso de la casa italiana a la F1 en 1976 tras haberla abandonado en 1951 habiendo ganado, con Fangio, la temporada de aquel año.
ALFA ROMEO 2000 SPIDER VELOCE “NIKI LAUDA EDITION”, UNA OPERACIÓN COMERCIAL
Revisando la historia del Alfa Romeo Spider no se observan demasiadas ediciones especiales. De hecho no hemos contado más que tres: dos enfocadas al mercado estadounidense y una al francés, la llamada “Beauté” de 1991 con una elegante combinación cromática en azul y blanco.
No obstante, centrándonos en el caso que nos ocupa llama la atención la aparición en 1978 de la “Niki Lauda Edition” celebrando así el fichaje del piloto por parte de la escudería motorizada por Alfa Romeo. Sólo orientada al mercado estadounidense, ésta buscaba dar un toque especial a sus 350 unidades recurriendo a una librea rematada con los colores del equipo británico.
Además, el salpicadero incluía una placa numerada con el autógrafo del propio Niki Lauda, mientras las aletas delanteras también lucían placas alusivas al carácter conmemorativo de la versión. Por otra parte, y aunque no hubo ni un sólo cambio mecánico sobre la base del 2000 Spider Veloce, llama la atención la instalación de un spoiler en fibra de vidrio que finalmente llegaría a toda la gama ya en la tercera serie. En fin, una deliciosa rareza para coleccionistas.
Imágenes galería Alfa Romeo 2000 Spider Veloce «Niki Lauda Edition»: Marshall Goldman.
