Miguel Sánchez
Como ya te hemos comentado en otras ocasiones, Benzin es la plataforma ideal para la compra-venta de clásicos y “youngtimers” gracias, entre otras cosas, a una enorme variedad de subastas. Ejemplo de ello es este exclusivo Fiat Dino 2400; un llamativo coupé carrozado por Bertone con motor Ferrari V6 bajo el capó. Toda una delicia para quienes sientan pasión por los años dorados del automovilismo italiano.
Pero vayamos por partes. Y es que, de cara a comprender la génesis de esta unidad con 85.000 km producida en 1972, hemos de trasladarnos hasta 1965. Año en el cual la FIA anunció nuevas normas para la temporada de F2 a celebrar dos años más tarde. Centradas en las condiciones de homologación del motor, éstas exigían una mecánica ya aplicada previamente en un automóvil de serie con seis cilindros y dos litros como máximo.
En suma, una situación harto compleja para Ferrari, la cual no presentaba suficientes posibilidades productivas como para ensamblar las al menos 500 unidades requeridas por la FIA en un plazo no superior a los 12 meses.
Así las cosas, FIAT actuó como salvaguarda de la casa de Maranello -faltando aún unos años para la compra de la misma tras la tentativa ejercida por Ford- pactando con la casa del cavallino la producción de un modelo que, siendo el más exclusivo de entre todos los del fabricante turinés, tendría como propulsor al bloque V6 con el cual Ferrari pensaba competir en la F2.
UN MOTOR, VARIAS MANERAS DE APLICARLO
Ya que el diseño esquemático de aquel motor V6 se adjudicó a Alfredo Ferrari -hijo fallecido de Enzo Ferrari-, se decidió utilizar el diminutivo cariñoso de Dino para todos y cada uno de los vehículos equipados con dicho propulsor. No obstante, lo cierto es que fue Vittorio Jano quien acabó por perfilar el diseño del motor dotándole con una curiosa apertura a 65º.
Asimismo, una vez decidida la colaboración con FIAT la adaptación de aquel motor -creado en origen para la competición- al ámbito de los GT de calle fue obra de Aurelio Lampredi quien, no en vano, había acumulado una gran experiencia en Maranello desarrollando pequeños motores con cuatro cilindros frente a los sempiternos V12 Colombo.
Llegados a este punto, FIAT fabricó en sus propias instalaciones el diseño de Ferrari; algo que, según parece, fue un punto de roce y discordia para con la dirección de Maranello. No obstante, fuera como fuese aquel V6 acabó satisfactoriamente en las entrañas del Fiat Dino Spider –carrozado por Pininfarina bajo el reconocible estilo de Aldo Brovarone- y, un año más tarde -en 1967- dentro del vano motor del Fiat Dino Coupé diseñado en forma de elegante GT por Bertone.
FIAT DINO 2400, LA EVOLUCIÓN DE 1969
Tal y como había pretendido Ferrari, el ritmo de construcción impuesto por FIAT para con su Dino Spider pudo satisfacer las 500 unidades exigidas de cara a competir en la F2. De hecho las sobrepasó ampliamente, interpretando así un éxito de ventas al cual se sumó la aparición no sólo del Coupé Bertone, sino también la del Dino 206 GT también en 1967.
Gracias a ello, el V6 con dos litros estaba presente no sólo en la gama más prestacional de FIAT, sino también en la presentada por Ferrari a modo de “opción de acceso” bajo el nombre comercial de Dino. En fin, una operación técnica y comercial de lo más completa, a la cual aún le quedaba un capítulo más que reseñable pues este mismo motor también fue el montado en el Lancia Stratos de los años setenta.
Llegados a este punto, en 1969 se decidió incrementar la cilindrada hasta los 2,4 litros con la intención de renovar la apuesta comercial de los FIAT Dino y Dino-Ferrari. Gracias a ello la potencia quedó en unos 180 CV, pasando sin embargo a su forja en hierro en vez de la anterior en aleación ligera.
ALTAMENTE COLECCIONABLE
Sin ser un Ferrari, el hecho de que el FIAT Dino 2400 monte el mismo motor de los míticos 246 GT es un elemento a tener en cuenta. Asimismo, su historia ya es un atractivo en sí mismo, siendo un modelo capaz de unir en su biografía los nombres de FIAT, Ferrari y Bertone bajo la forma de un estiloso GT con todo el encanto de los años sesenta.
Asimismo, aunque no estamos hablando de un clásico sencillo ni económico, sí hemos de fijarnos en su originalidad y cruce de caminos. Y es que, mientras para un aficionado a Ferrari ésta puede ser una opción accesible a la hora de acceder a una mecánica con la firma de Maranello, para otro a FIAT puede ser la posibilidad de contar con uno de los ejemplos más exquisitos en toda la trayectoria del fabricante generalista.
Se decida lo que se decida, esta unidad de 1972 en buen estado de conservación se encuentra disponible en Benzin hasta dentro de ocho días. ¡Podría ser un golpe de suerte!
