Javier Romagosa
[dropcap]E[/dropcap]El pasado fin de semana tuvo lugar AutoClassico Porto -Oporto para los hispanohablantes-, feria portuguesa organizada por la empresa Española Eventos del Motor a la que acudieron alrededor de 35.000 personas. Con un espacio de aproximadamente 40.000 metros cuadrados y cabida para 300 expositores, se trata de uno de los mayores salones de vehículos clásicos de Portugal.
En AutoClassico Porto se exhibieron algunas piezas automovilísticas de alto voltaje, como fue el primer coche del país vecino, un Panhard & Levassor de 1895 que habitualmente vive en el Museo de los Transportes y Comunicaciones de Oporto o el Fiat Tipo 1 de 1909 aportado por el famoso Museo de Caramulo.
Entre los automóviles más destacados figuraron también los Mercedes 190 SL, los Citroën DS, el Jaguar E-Type Low Drag del restaurador gallego Juan Lumbreras, los BMW Isetta o la selección de Ford Mustang, entre otros.
Como suele ser habitual, se procedió a celebrar varios aniversarios: los de los Peugeot 402, 403, 204 y 604, que cumplen 80, 60, 50 y 40 años, respectivamente; los 60 años de FIAT 600, los 105 años de Alfa Romeo y los 50 y 60 años del MGA y MGB GT.
AutoClassico: Parking a cubierto y estrellas del pilotaje
Como gran novedad para esta décimo tercera edición, hay que destacar la apertura de un pabellón para que los visitantes que acudan con un clásico puedan aparcar gratuitamente. El pabellón número 6, cubierto, con cerca de 8.000 m2 y vigilado por personal de seguridad, cumplió con creces su cometido.
Otro foco de atención del salón fue la celebración del Motorshow Porto, el cual contó con 66 pilotos –Juha Kankkunen fue la estrella invitada-, y que se llevó a cabo en los pabellones 4 y 5 de Exponor, recinto ferial de la ciudad portuguesa. También a cubierto, y con las gradas a rebosar, los pilotos pudieron hacer una demostración de su habilidad en un circuito preparado para hacer las mayores filigranas.
Feria de Oporto, hecha con cariño
AutoClassico Porto no es sólo una de los mayores salones de clásicos de Portugal, sino también de la Península Ibérica: Sus cifras de espacio, expositores y visitantes son parecidas a las de las mayores ferias españolas y los automóviles exhibidos no les van a la zaga. Además, personalmente creo que la puesta en escena es mejor.
Si unimos todo esto a una ciudad muy atractiva desde el punto de vista turístico y a un precio de la entrada general de 10 euros, AutoClassico Porto se convierte en un firme candidato a recibirnos el año que viene.
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