La inscripción del Rally de Asturias del Veteran Car Club fue exclusivamente para vehículos fabricados antes de 1962, la fecha de fundación del Club; y la dirección del evento consideró oportuno premiar a aquellos que se atrevieron a realizarlo con sus vehículos preguerra para los cuales la cuota tuvo una sensible rebaja. A juicio de un servidor es una opción excelente que en cierta manera incentiva el uso de estos vehículos, y además conviene recordar que estatutariamente el Veteran Car Club de España es un club dedicado a este tipo de clásicos.
Los coches llegaron el pasado día 2 de septiembre a Oviedo, procedentes de Madrid, Burgos y Toledo, entre otras provincias. La singular caravana estuvo compuesta por cerca de una veintena ellos, de los cuales 7-8 eran preguerras fabricados antes de 1940.
La ruta por el principado
Los primeros días los coches circularon por los alrededores de Oviedo, visitando el museo de Fernando Alonso, Pravia y diversas poblaciones de la zona oeste de la región. Posteriormente se desplazaron a los alrededores de El Torazo y, el miércoles, realizaron la subida a Covadonga donde el abad bendijo a los coches.
Esa noche tuvo lugar la cena central del rally con entrega de recuerdos a los participantes. Mención especial merecen dos hitos de la cena: El primero el agradecimiento del club hacia la persona de Herminio Menéndez por la labor realizada como tesorero durante muchos años y de forma especial por la organización de esta ruta. Se le entregó un cuadro firmado por el conocido pintor de automóviles Diego Serrano. Por otro lado, y gracias a la mediación de Fernando de la Hoz, compartimos mesa con los hijos del piloto de Formula 1 más grande de todos los tiempos, el genial Juan Manuel Fangio.
La ruta continuó el jueves y el viernes hacia Gijón, desde donde se partió a visitar la Fábrica de Sidra ‘El Gaitero’ situada en la localidad de Villaviciosa.
Algunas de las máquinas participantes
Casi todos los clásicos aguantaron sin mayores problemas los 7 días, realizándose a bordo de ellos en torno a 1.500 Km entre ida y vuelta. Algún arranque distraido ó alguna luz fundida fueron las averías mas destacadas; junto con la única baja que se produjo a la salida, a poco más de 100 Km de Madrid, donde un Ford A del 29 rompió una de las manguetas delanteras. Eso sí, la gran camaradería del grupo hizo que sus ocupantes fueran reubicados como pasajeros en otros vehículos y pudieran realizar la ruta integramente.
En el apartado de vehículos participantes como preguerras, por señalar algunos, figuraron los siguientes: El citado Ford A, un Chevrolet Six de 1930 de Santorcaz que mantiene sin problemas cruceros de 80-90 Km/h; el elegante y deportivo Bentley 4 1/4 de 1936, un Rover del 36, dos espectaculares Packard 120 Cabrio del 36 y 37 respectivamente, o un Lasalle del 38. En cuanto a coches posteriores a 1945 había algún americano: De Soto y Chevrolet; y, como no, tres prestacionales y fiables Mercedes, dos Pontón y un 190 SL (admitido como excepción por haberse fabricado después de 1952).
En definitiva, fueron unos días muy agradables, con el excelente ambiente que caracteriza a los eventos del Veteran Car Club de España. Estaremos atentos al siguiente evento del club, que además es su rally estrella: Se trata del Rally de la Comunidad de Madrid, que recorrerá las carreteras y pueblos madrileñas durante el próximo mes de octubre.