SEAT Ibiza SXi Turbo, rara avis de origen ¿alemán?

SEAT, en estos mismos momentos, parece estar contra las cuerdas. Son muchos los rumores que apuntan en una dirección poco benévola: que la marca quede arrinconada. Todo en favor de la otra marca de la casa, CUPRA, un sello que nació como la vertiente más deportiva de SEAT y que este año casi ha doblado sus ventas.

De hecho, hay un detalle que adelantó este futuro: el CUPRA Born en realidad era un SEAT, un prototipo de vehículo eléctrico, primo hermano del Volkswagen ID.3, que fue presentado en 2019 bajo la denominación de SEAT el-Born. Sin embargo, pronto se convirtió en un CUPRA, dejando a SEAT sin coche eléctrico.

La historia de la compañía española siempre ha estado marcada con la incertidumbre. Durante sus primeros años, auspiciada por el gobierno central español, y casi sin rivales, SEAT pudo crecer y expandir su poderío por toda España. Por otro lado, los acuerdos con Fiat no la permitieron casi exportar y crearse una imagen internacional que permitiera extenderse comercialmente.

Cuando SEAT y Fiat separaron sus caminos, en la Zona Franca de Barcelona se vieron, como se suele decir, con una mano delate y otra detrás. SEAT no tenía capacidad para desarrollar un vehículo por su cuenta y riesgo, ni técnica ni económicamente hablando.

Tuvieron que aprovechar lo que ya tenían e intentar salir adelante, apareciendo el SEAT Ronda, básicamente un SEAT Ritmo con muchas modificaciones, pero un Ritmo al fin y al cabo.

LLEGA EL SEAT IBIZA

Tras el Ronda llegó el coche que, realmente, supuso un auténtico salto de fe: el SEAT Ibiza, un modelo que ha llegado hasta nuestros días gracias a su enorme éxito de ventas. El Ibiza es la mayor historia de éxito de la firma española desde su lanzamiento en 1984, fue un verdadero renacimiento para la marca, que surgió de la combinación del trabajo de diferentes empresas.

El diseño fue obra de Giugiaro –se dice que era una propuesta para el Golf II desestimada por Volkswagen– y la plataforma era la del Ronda, revisada y adaptada. Los motores fueron un desarrollo subcontratado a Porsche, que ya habían debutado con el Ronda.

Además, contaba con un bloque diésel de 1,7 litros y 55 CV. Sin embargo, se ganó numeroos elogios de medios como Autocar, que tras probar una unidad en 1984 con motor 1.2 System Porsche, dijeron: “Este primer SEAT real hay que tomarlo muy en serio. En términos de SEAT, el mañana se acerca…”.

También llegaron a decir “el coche se siente potencialmente divertido a términos de rendimiento. Acelera de buena gana y tiene una buena distribución de potencia, entregada sin problema, pero no en silencio”.

El Ibiza se convirtió en el SEAT más vendido de la gama, copando el 65 % de las ventas y exportando como ningún SEAT lo habría hecho antes. Sólo hacía falta una cosa para que la imagen del coche y la propia SEAT ganara más peso en el mercado y aumentara su credibilidad y su acogida: una versión deportiva.

Con una versión con más garra, se lograría conquistar a nuevos clientes y se mejoraría la imagen del modelo. Audi, por ejemplo, empleó esa estrategia para convertirse en sello prémium como es hoy en día, aunque SEAT, como es lógico, no necesitaba apuntar tan alto.

La firma española sólo necesitaba tener su propio “GTI”, como habían hecho otros fabricantes en ese momento. Una tendencia que creo Volkswagen con su primer Golf GTI.

NACE EL SXI, EL PRIMER SEAT IBIZA “DEPORTIVO”

Precisamente Volkswagen fue quien espoleó esa versión deportiva. En 1986, la compañía alemana se convirtió en accionista mayoritario, adquiriendo un 51 % de la empresa. Cuando se firmó el primer acuerdo en 1982, Volkswagen se comprometió a ayudar a SEAT a vender sus coches fuera de España.

Mientras que SEAT fabricaría en la Zona Franca algunos modelos de Audi y Volkswagen, pero en 1986 se buscó una mayor presencia en las decisiones de la compañía y un mayor control de todos los asuntos que conciernen a una empresa de tamaño de un fabricante de automóviles.

Los frutos de esta intervención de Volkswagen comenzaron a dejarse ver cuando se presentó el SEAT Ibiza SXi, la esperada variante deportiva del utilitario de SEAT. Volkswagen impidió que se usara la denominación GTI –como sí hizo Peugeot con alguno de sus modelos–, aunque tiempo después sí que llegó a emplearla.

Se optó por el bloque 1.5 System Porsche de 1.461 cm³, desarrollado por Porsche, que rendía 85 CV, pero se instaló un sistema de inyección Bosch LE-2 Jetronic, con el que pudo extraer 15 CV adicionales, alcanzando los 100 CV a 5.900 revoluciones y 128 Nm a 4.700 revoluciones.

Esta versión del propulsor sólo estaba disponible para Ibiza SXi, aunque es evidente que por potencia, el Ibiza SXi no estaba en condiciones de enfrentarse a los gallitos del corral, los Peugeot 205 GTi y Renault Supercinco GT Turbo. El Ford Fiesta XR2 si estaba relativamente cerca en cuanto a prestaciones, pues equipado con un .6 atmosférico de 96 CV a 6.000 revoluciones.

ESTÉTICA LLAMATIVA

Ciertamente, esta primera iteración de un Ibiza deportivo, en realidad, no era muy deportivo. Se podría decir que era más “dinámico”, merced a unas suspensiones que eran algo más firmes –concretamente los amortiguadores–, el resto era exactamente igual que en el resto de modelos de la gama. Tampoco era especialmente rápido, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 10,8 segundos y una velocidad máxima de 183 km/h, aunque sí que eran una cifras coherentes con su nivel de potencia.

Donde sí destacaba el Ibiza SXi era en imagen, que se puede considerar, quizá, lo mejor de, coche. Recurrieron una solución muy ochentera, añadiendo elementos de plástico negro a la parte baja de la carrocería, unos nuevos paragolpes –los delanteros con los antiniebla amarillos integrados– y unas imprescindibles líneas roas atravesando estos elementos.

Atrás se incluía un pequeño alerón de un muy característico material gomoso, al tiempo que se colocaban algunos emblemas “SXi” en diferentes lugares de la carrocería y se completaba todo el conjunto con unas bonitas llantas multirradio de 14 pulgadas, calzadas con neumáticos 165/65 HR.

EN ALEMANIA ENCONTRARON UNA SOLUCIÓN: ¡UN TURBO!

Con el SEAT Ibiza SXi, se buscaba ofrecer una opción más interesante en la gama, una versión más dinámica y llamativa, pero lejos de la deportividad que sí ofrecían coches como los mencionados FIAT Uno Turbo i.e. o Peugeot 205 GTi, ni siquiera podían hacer frente al Ford Fiesta XR2 a pesar de tener una potencia similar.

Era la propia plataforma la que ponía los límites, plataforma que, recordemos, derivaba del Fiat Ritmo; tenía cerca de 10 años –el Ritmo se lanzó al mercado en 1978–. La suspensión trasera, con ballestas, era arcaica y el tarado de las suspensiones estaba algo descompensado entre los ejes, con un tren delantero más blando que el trasero, provocando que en fuertes apoyos laterales, la rueda trasera interior cogiera caída positiva e incluso se despegara mucho del suelo.

También hay que entender que, por entonces, SEAT no estaba en condiciones de meterse en desarrollos demasiado complicados y, obviamente, caros.

Sin embargo, aunque la marca española no estaba en condiciones de tirarse a la piscina sin antes percatarse de si tenía agua, parece ser que existió una versión extremadamente rara del Ibiza SXi, que se llegó a vender en Alemania y Suiza, ¡una versión equipada con un turbo! Sí, un SEAT Ibiza SXi Turbo.

La información disponible es muy limitada y según la fuente, el origen del SEAT Ibiza SXi Turbo y sus prestaciones son bien distintos. Así, una de las teorías es que la marca creó una tirada muy limitada, destinada a venderse a unos cuantos empresarios alemanes vinculados a Volkswagen, aunque después, se llegaron a vender algunas unidades a particulares tanto en Alemania como en Suiza.

La versión para los gerifaltes alemanes rendía, según la fuente consultada, nada menos que 140 CV, mientras que la otra “sólo” anunciaba 120 CV, de la que se vendieron muy pocas unidades.

Con respecto a los otros datos disponibles, los cuales son más numerosos y quizá, más veraces, hablan de una versión turbo con 109 CV, que, según parece, se vendió en Alemania en una tirada de 200 ejemplares. Contaba con detalles específicos como los asientos –más envolventes y con tapicería específica– y un volante de tres radios más deportivo.

Incluso hay otra posibilidad, la cual segura que una empresa de origen suizo desarrollo un kit para instalar un turbo a los Ibiza SXi con el que se conseguía 108 CV –muy parecido al caso de la versión alemana–.

Existe una anécdota sobre este SEAT Ibiza SXi Turbo y es que el actor Imanol Arias, declaró en un programa de televisión que tuvo un Ibiza Turbo con el que se ponía a 120 km/h entre semáforos.