Fiat 600 Prototipo
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El prototipo del Fiat 600 que no llegó a la serie: así pudo ser el SEAT 600

Durante la fase de desarrollo del Fiat 600 se evaluaron varios prototipos. En el FCA Heritage de Turín se conserva éste que, entre otras peculiaridades, dispone de motor bicilíndrico refrigerado por aire.

Al iniciarse la década de los 50, Fiat estaba en la tesitura de dar relevo a su popular 500, más conocido como “Topolino”. Se puso en marcha entonces el conocido como Proyecto 100, que daría como resultado la aparición del Fiat 600. Los Proyectos 101 y 102, que nacieron casi al mismo tiempo, desembocarían los 1400 y 1100 respectivamente. Al frente estuvo el ingeniero italiano Dante Giacosa, figura clave en la historia de Fiat. El prototipo que os mostramos es parte de aquel desarrollo que, con el tiempo, serviría para dar forma también a nuestro SEAT 600.

Dante Giacosa
El ingeniero Dante Giacosa, considerado el padre del 600 entre otros muchos modelos.

Se trabajó sobre tres opciones mecánicas diferentes para el nuevo coche. La primera era con motor delantero y tracción trasera, que fue descartada porque exigía un mayor empleo de hierro y acero. Dichos elementos resultaban muy escasos en la época, con la II Guerra Mundial aún tan reciente. También se barajó una configuración “todo delante” -Proyecto 100 E1-, es decir, con el motor y tracción delanteros. Era la favorita de los ingenieros de la marca, pero acarreaba el problema del costo de las juntas homocinéticas. Tampoco tenían claro si se podrían fabricar en grandes series, por lo que también se descartó esta opción.

Finalmente, en lo que se denominó Proyecto 100 E2, se optó por la conocida configuración “todo atrás”. Era una solución muy de moda en la época, con ejemplos como el Volkswagen Tipo 1 o “Escarabajo” y el Renault 4CV. Eso sí, se mantuvo la premisa básica de que el peso final debería rondar los 500 kilogramos. Ésta fue una medida de puro ahorro, aunque no llegó a lograrse completamente, pues la cifre se fue por encima de los 600 kg en orden de marcha. También se buscaba una velocidad de crucero que no fuese inferior a 85 km/h.

Aquí entra en juego nuestro prototipo del Fiat 600, pues se construyeron un total de cinco unidades entre 1952 y 1954. El objetivo era evaluar no sólo el apartado estético, sino diferentes mecánicas que se ensayaron antes de decantarse por una u otra opción. En este caso, luce número de chasis 00001 y de motor 00002, por lo que es posible que fuera el primero de los construidos.

Fiat 600 Prototipo
En esta vista tres cuartos es en al que más se parece al 600 definitivo.

REFRIGERADO POR AIRE O POR AGUA

Entre los apartados que quedaban aún por definir estaban el motor o la caja de cambios. Se barajaron dos opciones, siendo la primera un propulsor de 4 cilindros en línea refrigerado por agua. La segunda era un 2 cilindros en V a 150º de 570 cm3, en este caso refrigerado por aire. Recordemos que éste era el sistema empleado, por ejemplo, en el “Escarabajo”.

Precisamente, el prototipo que ilustra este reportaje es uno de los que equipó el motor bicilíndrico refrigerado por aire. Dicha mecánica fue finalmente descartada porque se calentaba en exceso, lo que llevaba a que algunas piezas se deformaran. Tampoco ayudaba la disposición de las válvulas, que hacían que el rendimiento final del motor no fuese el previsto. Así las cosas, y como bien sabemos, el Fiat 600 -y con él nuestro SEAT homónimo- equipó un motor de 4 cilindros en línea de 633 cm3 que sirvió para dar nombre al modelo. Rendía 18 CV a 4.600 vueltas. El 500 sí equiparía un motor de dos cilindros refrigerado por aire, pero distinto al que se probó en el Proyecto 100.

Otra de las cosas que nos descubre el prototipo del Fiat 600 que se conserva en el FCA Heritage de Turín es que se ensayaron diferentes cajas de cambios. Al menos dos, ya que, en este caso, equipa un cambio de tres velocidades sin embrague. Se trataba de un sistema hidráulico que se usó en el Fiat 1900 y que buscaba hacer la conducción del coche sencilla e intuitiva. En el 600, el espacio disponible limitaba las marchas a tres, lo que acabó por descartar esta opción. También su manejo era excesivamente duro, lo que eliminaba parte de las ventajas de prescindir del embrague. Por lo tanto, finalmente se optó por el conocido cambio manual de cuatro velocidades.

Como curiosidad, contaremos que se tiene la certeza de que al menos hubo en España dos unidades del SEAT 600 con dicho cambio automático. Es de suponer, que fueron encargos concretos para alguien problemas en la pierna -izquierda, se entiende-. Sea como fuere, volveremos sobre el tema, pues al menos una de ellas aún se conserva.

UN EXTERIOR MUY DIFIRENTE

La parte delantera de este prototipo del Fiat 600 cambia casi por completo con respecto al modelo final. Cuesta mucho identificarlo o relacionarlo con el coche de serie si sólo lo contemplas de frente. De hecho, en el primer golpe de vista casi recuerda al Renault 4CV. Aquí vemos elementos reconocibles como la luna, los paragolpes planos -también presentes detrás- o los intermitentes sobre las aletas. Eso sí, aquí tienen un aire casi Art Decó. Se echan en falta los bigotes de la calandra.

En la vista lateral, la zona de los cristales ya se aproxima mucho al resultado final. Cuenta con el paso de rueda trasero recto, con su característico abultamiento. También está ya presente la apertura de las puertas a contramarcha. Como vemos en el boceto de la época, llegó a barajarse un montante central inclinado, pero fue descartado porque en vertical aportaba más rigidez.

La zaga deja pocas dudas al respecto de que nos encontramos ante un 600, pese algunas diferencias claras. Entre ellas, una luneta de menor tamaño o unos pilotos elevados montados sobre una moldura de metal. Ésta oculta una entrada de aire para refrigerar el motor, aspecto crítico en este propulsor, como ya hemos comentado.

El INTERIOR DEL PROTOTIPO DEL FIAT 600

Si el habitáculo del 600 ya resulta sencillo, qué decir del de nuestro protagonista. La palabra más adecuada para definirlo es espartano, si bien se entiende que simplemente se estaban valorando opciones de cara al modelo final. El cuadro de mandos se circunscribe a un único reloj en posición central. Los asientos, por su parte, están reducidos a su mínima expresión, son muy del estilo del Citroën 2CV. Por sus formas, limitarían las plazas a cuatro ocupantes.

La palanca de cambios es de metal desnudo, bien porque se haya perdido la bola superior, bien porque simplemente se trata de un prototipo. Tenemos el estárter al lado en el suelo, junto a otra palanca que no hemos sido capaces de identificar. Por supuesto, sólo cuenta con dos pedales, el acelerador y el freno.

Como bien sabemos, el Fiat 600 definitivo fue muy diferente a este prototipo, y con él, nuestro SEAT 600. En todo caso, es un lujo que se haya conservado durante todos estos años en los que, por lo que sabemos, no ha vuelto a arrancarse. Actualmente se expone en las instalaciones del FCA Heritage de Turín, donde se reúnen los clásicos de Abarth, Fiat, Lancia y algunos Alfa Romeo.

Fiat 600 prototipo
Desde esta perspectiva, cuesta mucho identificarlo como 600.

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Escrito por Iván Vicario Martín

Tengo la suerte de haber convertido mi pasión en mi forma de ganarme la vida. Desde que salí de la Facultad de Ciencias de la Información en 2004 me dedico profesionalmente al periodismo del motor. Arranqué en la revista Coches Clásicos en sus inicios, pasando a dirigirla en 2012, año en el que también me puse al frente de Clásicos Populares. A lo largo de estas casi dos décadas de carrera profesional he trabajado en todo tipo de medios, incluyendo revistas, radio, web y televisión, siempre en formatos y programas relacionados con el motor. Me vuelven loco los clásicos, la Fórmula 1 y las 24 Horas de Le Mans.

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