Mikel Erauzkin
[dropcap]L[/dropcap]Los días 14, 15 y 16 de agosto se celebró en el área de congresos Däichhal de la pequeña localidad de Ettelbrück en el Gran Ducado de Luxemburgo la 1º reunión europea de Ford Capri organizada por la Asociación de Amigos de Ford Capri de Luxemburgo.
Esta concentración fue más allá de una simple exposición de vehículos: 135 Ford Capri de 8 países se reunieron en la zona de aparcamiento del área de congresos de Däichhal. Para favorecer la camaradería entre todos los participantes, alrededor de la zona de exposición se preparó una zona de acampada donde todos ellos pudieron pernoctar.
A pesar de la belleza de los automóviles, lo más importante fueron las diferentes actividades que se llevaron a cabo. El viernes 14, tras el recibimiento de los clásicos se llevó a cabo una barbacoa que se alargó hasta altas horas de la noche con la presencia de un Disc Jockey.
Viajes desde Burgos
El sábado 15, desde muy temprano, los participantes empezaron con un desayuno, shows mecánicos, mercadillo de piezas… Ya por la tarde, se repartieron premios en diferentes categorías y se alargó la fiesta de nuevo hasta la madrugada.
Finalmente, el domingo 16, después de la comida, los coches abandonaron el lugar. Hubo bastantes que destacaron en esta concentración: Por un lado, el Capri del español Fernando Díez, que viajó desde Burgos con su familia convirtiéndose en el coche del país más lejano participante.
Por otro lado, el Gunston Capri A2, que es un clon del Gunston Capri Perana, una leyenda en Sudáfrica y en el resto del mundo. Este coche tiene un motor Ford de 302 pulgadas cúbicas y 450 CV de potencia con una transmisión Tremec de 5 velocidades diseñada en América. Es la única copia del coche original sudafricano y fue terminada en junio de 2010.
Un americano a la europea
Evidentemente, 135 Ford Capri dan para mucho. Desde los primeros modelos presentados en el Salón de Ginebra de 1968 hasta los Capri de tercera generación con el potente motor de 2800 cc V6 de los años 80. Las mecánicas más comunes fueron los 2.0 y 2.3 en todas sus variantes del MKII y en lo que respecta a los de primera generación los modelos GT.
El Ford Capri podría considerarse un coche “raro”. Sus potenciales clientes eran conductores que necesitaban más de dos asientos, pero querían tener a toda costa un coche deportivo. Su diseño, mecánica y rendimiento, sus motores y, ante todo, su carácter hicieron de este pony car a la europea una auténtica revelación.
Ante el éxito de esta 1ª edición los organizadores ya están preparando la 2ª, de la que se espera que atraiga todavía a más vehículos. Ojalá sea así.
Más imágenes de European Ford Capri Revival…
