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Pegaso Z-102 a la venta

El pasado sábado 9 de marzo tuvo lugar en Florida la Subasta de Amelia Island, organizada por RM Auctions, y en ella se puso a la venta un curioso ejemplar de Pegaso Z-102 que no llegó a venderse debido a las elevadas expectativas de su dueño: 1,4 millones de dólares. La puja más alta fue de 700.000 $, una cantidad que muchos hubieran considerado suficiente.

Lo cierto es que estos caballos voladores españoles tienen buena prensa en el extranjero. Hay quien los considera incluso capaces de jugarse los tiempos con un Ferrari, mientras que, por el contrario, también hay quien cree que, aunque el modelo fuera tecnología punta, no era capaz de contender con los grandes ases de la competición de su tiempo. Sea como fuere, aunque lo hizo, el Pegaso no fue diseñado para correr.

Turismos rápidos de principios de los años 50, los Z-102 vestían una carrocería soldada al chasis, de manera que éste no era ni un bastidor a la vieja usanza ni un monocasco. Montaban un potente motor V8, puente De Dion a la trasera y caja de cambios transaxle, además de muchos otros detalles que les situaban a la vanguardia técnica de la automoción deportiva. Y venían de un país en el que todo estaba por hacer, por lo que quizá constituyeron un esperanzador símbolo para su población.

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Mención especial merece su motor, diseñado, como el resto del coche, por Wifredo Ricart y su equipo. Después de una vida dedicada al automovilismo deportivo, este ingeniero proyecto un V8 a 90 grados de 2.5 litros que incorporaba cámaras de combustión hemisféricas y válvulas inclinadas accionadas por doble árbol de levas en cabeza. El rendimiento podía y pudo ser aumentado mediante la utilización de uno o dos compresores.

Con el tiempo la cilindrada subió a 2.800 y a 3.200 cc, permitiendo a los Pegasines, con hasta 360 CV, surcar el asfalto a una velocidad máxima de entre 200 y 243 Km/h.

El modelo fue vestido por cuatro especialistas: ENASA (Empresa Nacional de Autocamiones, S.A., filial del INI franquista) y Serra, en el plano nacional; y Touring y la francesa Saoutchik en el internacional. Precisamente esta última carrocería, que podéis admirar en las imágenes, fue la más elegante (y también la más extravagante).

En concreto, este Pegaso 102 de 1954 ha sufrido mucho. Se trata del único ejemplar cabriolet de la segunda serie de Saoutchik, que fue vendido a mediados de la década para, en el 58, ser transformado brutalmente en berlineta. Tendría que esperar casi cuarenta años a ser reconvertido en descapotable, si bien, como apunta nuestro compañero Mario Laguna, nunca pudo recuperar ni su parte trasera ni su parabrisas original.

Aun con todo, probablemente siga buscando comprador: ¿algún navegante se anima?
 

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IMÁGENES A TAMAÑO COMPLETO (1.280 PX.)

Fotografías por Pawel Litwinski / Cedidas gratuitamente por RM Auctions

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Escrito por Javier Romagosa

Me llamo Javier Romagosa. Mi padre ha sido siempre un apasionado de los vehículos históricos y yo he heredado su afición, a la par que crecía entre coches y motos clásic@s. He estudiado periodismo y sigo haciéndolo, ya que quiero convertirme en profesor universitario y cambiar el mundo... Ver más

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