in

La primera gama de La Hispano-Suiza, un inicio con cuatro cilindros

Tras la experiencias con el 14 HP en la extinta J. la primera gama de La Hispano-Suiza se asentó en una variada familia de modelos con cuatro cilindros capaces de ir ganando cada vez más cuotas de mercado.

Si usted lee habitualmente La Escudería seguramente recordará el artículo en el cual les hablamos de los vehículos eléctricos en Barcelona. Una historia que si bien llegó a su cénit creativo durante la posguerra con Vehículos Eléctricos Autarquía S.A, tuvo su pretérito inicio en un fallido ómnibus a firma de la empresa La Cuadra.

Sin duda un buen punto de partida desde el cual arrancar la historia de Hispano-Suiza y su primera gama de automóviles allá por 1904. Pero vayamos por partes. Así las cosas, la Compañía General Española de Automóviles, Emilio de la Cuadra Sociedad en Comandita cuenta con el privilegio de ser la primera empresa dedicada al ensamblaje automovilístico en España gracias a su fundación en 1899.

Año en el cual Francia ya registraba más de ciento sesenta firmas automovilísticas aunque, a decir verdad, éstas se repartían un aún escaso parque móvil cifrado en tan sólo unas 3.000 unidades. En fin, estadísticas propias de un ámbito todavía artesanal y muy restringido a pequeños y exclusivos nichos de mercado situados en las antípodas de los por entonces medios de transporte más populares: la bicicleta y el carruaje.

Llegados a este punto, la idea de La Cuadra -militar de carrera- fue tan interesante como arriesgada: producir un ómnibus eléctrico con el cual dar servicio de transporte público en la ciudad condal. Desgraciadamente las baterías asociadas a su diseño nunca fueron fiables, por lo que al poco de ponerse en el mercado la osada iniciativa acabó en un sonado desastre financiero.

LAS BASES DE LA HISPANO-SUIZA

Más allá de la interesante anécdota interpretada por aquel ómnibus, lo más importante de aquella historia fue la irrupción en el escenario barcelonés del joven ingeniero suizo Marc Birkigt. Formado en la observación de las mecánicas de explosión a firma de Benz, su trabajo a última hora no pudo rescatar el rumbo herido de la empresa fundada por el veterano militar.

Eso sí, fruto de su trabajo en la marca fueron los siete chasis representantes de la primera serie de automóviles turismo fabricados en serie dentro de territorio español. Un cimiento clave para entender los prolegómenos de La Hispano-Suiza, pues a la postre uno de los mayores acreedores de La Cuadra -José María Castro- rescató la empresa automovilística con Marc Birkigt en calidad de director técnico.

Asimismo, el inquieto suizo ayudó a la reconstrucción financiera de la casa hasta tal punto que ésta acabó denominándose en 1902 Constructora Hispano-Suiza de Automóviles J.Castro. Sí, como bien habrá entendido usted el cimiento sobre el cual habría de asentarse la fundación -tan sólo dos años más tarde- de una de las empresas más prestigiosas en toda la historia del automovilismo mundial.

LAS LECCIONES DEL 14 HP, UNA ESCUELA DE MECÁNICA

A pesar de que a comienzos de siglo el potencial económico de la burguesía catalana se encontraba en su apogeo, lo cierto es que la compra de aquellos nuevos vehículos con motor de combustión y velocidades de vértigo para una época acostumbrada al caballo aún resultaba demasiado iniciática.

La Sagrera, símbolo del asentamiento de la marca.

A resueltas de ello ni que decir tiene cómo la comercialización de los automóviles J.Castro resultó sumamente penosa, contándose en muy pocas unidades el resultado de todo el trabajo invertido en los talleres del Paseo de San Juan.

Eso sí, en lo referente al trabajo de Marc Birkigt todo iba sobre ruedas. Es más, lejos de estancarse en un único modelo su mesa de trabajo bullía con una sucesión de novedades donde el 14 HP de 1903 jugó un papel destacado gracias a su motor con hasta cuatro cilindros, doble árbol de levas e incluso un novedoso chasis más sencillo y efectivo. En suma: un argumento fantástico para quienes veían cada vez más futuro en el automóvil como medio de transporte con proyección comercial.

1904, PRIMEROS AUTOMÓVILES DE LA HISPANO-SUIZA

Como es de imaginar el fin de J.Castro vino dado por las mismas razones que el de La Cuadra: la falta de ventas y, por tanto, una descapitalización rampante. No obstante las bondades técnicas de Marc Birkigt convencieron a varios industriales catalanes sobre la idoneidad de continuar con el negocio automovilístico a pesar de los dos fracasos registrados.

Llegados a este punto, en 1904 -y ahora sí, con la participación decisiva de la familia Mateu- se creó en Barcelona La Hispano-Suiza tal y como la afición al automovilismo más veterano sigue recordándola a más de 120 años de su fundación.

Con el tiempo La Hispano-Suiza llegó a ser una empresa diversificada en no pocos ámbitos.

Por cierto, Damian Mateu no era precisamente un apasionado de la conducción y la velocidad, lo cual le dio -seguramente- una visión más fría -y por tanto serena- del negocio automovilístico.

De esta manera la conjunción de su visión certera en los negocios encontró la horma de su zapato en la racionalidad mecánica de Marc Birkigt, quien para aquellos momentos ya estaba convencido sobre las bondades de diseñar un mismo bloque-motor con el cual generar una gama diversa basada en llevar la mecánica a diferentes cubicajes.

Bajo este contexto apareció en 1904 la primera gama de La Hispano-Suiza, claramente heredera de las experiencias aprendidas en J.Castro con el desarrollo del 14 HP incluyendo al poco tiempo novedades como el chasis acorazado; capaz de proteger eficazmente los bajos del motor al tiempo que brindaba más ligereza y rigidez al bastidor de largueros.

14 HP, EL PRIMERO

Como hemos visto el primer modelo de La Hispano-Suiza -el 14 HP- se basó en el mismo diseño ya creado bajo el paraguas de J.Castro. No obstante el rediseño del chasis sumaba junto a otras pequeñas alteraciones para hacer de los primeros pasos de La Hispano-Suiza algo con personalidad propia. Es más, el motor de 2.5 litros montado en el 14 HP destacó desde el primer momento por su efectividad y prestaciones.

40 HP, capaz de superar los 100 km/h.

De aquel primer modelo no se llegó a las dos decenas de unidades, pero aquello no importó demasiado ya que sobre su base la gama de La Hispano-Suiza evolucionó rápidamente con varias variantes más en la gama de los cuatro cilindros; la primera de ellas la 20 HP, en la cual ascendía la cilindrada hasta los 3.7 litros para rendir en torno a 30 CV a tan sólo 1.400 rpm.

Además, desde el año siguiente a la fundación de la empresa los elementos de madera quedaron desterrados en los chasis, siendo ya la norma general el empleo del mencionado chasis acorazado. Y vaya, por si esto fuera poco en 1906 llegó el 40 HP con hasta 7.4 litros de cilindrada para romper así la barrera de los 100 kilómetros por hora.

Por cierto, aquí la producción ya iba superando las tres decenas de unidades; no sólo la potencia iba al alza. Sin embargo el ansia creativa de Marc Birkigt aterrizó pronto en el ámbito de los seis cilindros, dejando así a un lado el esquema con cuatro basado en la experiencia del J.Castro 14 HP. Un nuevo capítulo con el cual La Hispano-Suiza se adentraba en nuevos retos junto a la fundación de la fábrica de La Sagrera ya en 1907.

Imágenes: Hispano-Suiza

Foto del avatar

Escrito por Miguel Sánchez

Ya son casi siete años escribiendo en La Escudería; un tiempo en el que hemos analizado el mercado de clásicos, investigado rarezas e intentado comprender no pocos aspectos técnicos.

Seguiré a este lado del teclado si usted permanece atento al otro lado de la pantalla.

Deja una respuesta

Suscríbete a la Newsletter

Una vez al mes en tu correo.

Muchas gracias! No olvides confirmar tu suscripción mediante el email que acabamos de enviarte.

Algo ha salido mal. Por favor, vuelve a intentarlo.

60.4kFans
2.1kFollowers
3.4kFollowers
4kFollowers