Miguel Sánchez
Bajo el amparo del gobierno italiano FIAT adquirió en 1969 el control sobre Ferrari y Lancia. Una operación mercantil que protegió del capital norteamericano a dos de las más emblemáticas marcas nacionales, las cuales habían experimentado serios intentos de compra por parte de Ford. Un hecho que enfureció a los de Dearborn, seguros de que a golpe de talonario podrían hacerse con emblemas de la ingeniería y el diseño transalpinos. No obstante, aquello no fue el fin de las operaciones de la empresa americana en el país.
Y es que, en una especie de arrebato promovido por la impotencia de la derrota, Ford aprovechó la difícil situación financiera de Ghia para adquirirla en 1973. Una compra que liquidó la independencia de este carrocero turinés, el cual venía firmando desde 1916 algunas de las creaciones más sugestivas del diseño italiano. Eso sí, curiosamente muchas veces seguidoras del diseño futurista y espacial que con sus brillos cromados venía desde el otro lado del Atlántico. Prueba de ello es el Abarth FIAT 1100 Ghia. Modelo en la línea de las carrocerías tipo Supersonic diseñadas sobre bases FIAT y Jaguar por Giovanni Savonuzzi.
Otro de los carroceros italianos de primera fila que pasaron por los despachos de Ghia, el cual se suma a Pietro Frua, Mario Boano e incluso Giovanni Michelotti. Firmas que encontraron en esta casa la posibilidad de dar rienda suelta a la experimentación gracias a osados proyectos hechos por encargo. Justo el caso del Jaguar XK140 Coupé con chasis 810827D. Una pieza única encargada por el industrial francés Hans Altweg al carrocero turinés a finales de 1955, llegando a presentarse en el Salón de París del año siguiente.
JAGUAR XK140. LA EVOLUCIÓN CONSERVADORA
Cuando en 1948 el jefe de diseño de Jaguar William Lyons presentó la berlina Mark V todo parecía seguir en su sitio. Y es que, aunque introdujo novedades mecánicas como la suspensión delantera independiente, los frenos hidráulicos o los intermitentes el planteamiento general seguía fiel a las ideas conservadoras de Jaguar. Un hecho que principalmente se ve en la carrocería, deudora en sus líneas de los modelos previos a la Segunda Guerra Mundial. No obstante, intentando ganar presencia mediática para apoyar el lanzamiento del Mark V los de Jaguar recurrieron a algo imprevisto.
Un coche pequeño, deportivo y ligero que sería el envoltorio perfecto para presentar un nuevo motor de seis cilindros llamado XK. A priori nada más que una operación mediática de tirada corta bautizada como XK120. Sin embargo, el éxito de este modelo fue de tal calibre que sólo durante su presentación durante el British International Motor Show se registraron más de trescientas peticiones de compra. Una sorpresa que pilló desprevenida a la marca, la cual apenas tuvo tiempo para terminar el desarrollo del modelo antes de su fabricación en serie sobre la base de un chasis acortado del Mark V.
Así las cosas, el XK120 contó con dos series más para estar en producción hasta 1961 siendo uno de los mayores hitos del automovilismo deportivo inglés. Respecto a la segunda ésta se llamo XK140. Ganando 30CV a la primera para subir el rendimiento de su motor de 3,4 litros hasta los 190CV. Sin duda un buen avance que, no obstante, contrastaba en lo estético con el apego a unas líneas que ya empezaban a quedar anticuadas en la rápida evolución de la postguerra. Consciente de ello, Jaguar ofrecía la posibilidad de comprar el bastidor y la mecánica sin carrozar. Opción que facilitó la aparición de trabajos únicos por carroceros italianos usando al XK140 como base.
1955. GHIA ENTRA EN ESCENA
Nada más aparecer en 1954 el XK140 Jaguar comenzó a suministrar hasta once chasis directamente a Ghia. Entre ellos se encuentran los cuatro que fueron base para los Supersonic de Savonuzzi. Los cuales guardan parecido con los que ya había hecho sobre diversos FIAT 8V así como ciertos chasis del XK120. Además, en una línea de estilo menos depurada Ghia asumió de forma corporativa la autoría de otros diseños como el que se ejecutó sobre el chasis 810827D. Primero de los XK140 en llegar a los talleres de Turín. El cual fue presentado en el Salón de París de 1956 luciendo una carrocería en aluminio que aligeraba el peso del pequeño pero no precisamente ligero XK140.
Primera versión de la unidad antes del accidente
Ventaja que mejoraba las prestaciones del coche, aligerando en más de 100 kilos los en torno a 1300 del modelo de fábrica. Respecto a la historia del modelo cabe decir que un primer análisis de sus fotografías invita al error ya que vemos dos parrillas bien diferentes. No obstante esto tiene una explicación sencilla. Ya que tras sufrir en 1959 un accidente en la zona de su faro delantero izquierdo este XK140 fue enviado de nuevo a Ghia para su reparación. Momento en el que se aprovechó para la actualización de sus líneas, incorporando una parrilla mucho más espartana.
Seguramente propiciado por el nuevo propietario Berthelot-Mariat, quien usó el coche en numerosos rallyes y carreras de ascensión. Piloto aficionado que mantuvo el coche hasta 1969, cuando pasó a manos del coleccionista de Jaguar Roland Urban. Una autoridad en la historia de los Jaguar pieza única. El cual siguió usando el coche en carreras incorporando mejoras como frenos de disco o nuevos carburadores. Una vida activa para este XK140 que, sin embargo, quedó parado desde 1979 degenerando hasta acumular óxido y múltiples desperfectos.
Fotografías: Bonhams / Jaguar Media Press
P.D. Las fotografías usadas para ilustrar este artículo provienen del catálogo elaborado por Bonhams para The Zoute Sale. Subasta celebrada el pasado 10 de octubre donde el XK140 fue asignado a un nuevo propietario. Se espera que someta al coche a un cuidado trabajo de restauración.
