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El ‘Black Bess’ original era un Hispano-Suiza

Cuando Ivy vio aquel nuevo y reluciente Hispano Suiza, una marca totalmente desconocida para ella, con un nombre tan evocador como Black Bess, haría lo imposible para conseguir sentarse al volante e imaginar la sensación de conducirlo…

TEXTO Y FOTOS BLACK BESS: MANUEL LAGE

Black Bess es un nombre muy conocido en la historia de los automóviles con pedigrí: Se le dio en 1922 al Bugatti Tipo 18 con chasis nº 474 y carrocería sport dos plazas, que para entonces ya había pasado por varios propietarios. Estaba equipado con un gran motor de 4 cilindros y 5 litros de cilindrada (100 x 160), que rondaba los 100 CV de potencia.

Este Bugatti fue comprado nuevo en 1913 por Roland Garros, piloto aviador y sportsman, amigo de Ettore Bugatti; la popularidad del aviador haría que aquel modelo a partir de entonces se conociese como Bugatti Garros. 

Bugatti Black Bess
Roland Garros en su Bugatti 18. 1913

Con la declaración de la primera guerra mundial Garros vendió el coche, que pasaría por dos propietarios más hasta llegar a 1922, cuando lo compra Sydney G. Cummings, un conocido mecánico y piloto asiduo del circuito de Brooklands en Inglaterra. Cummings se lo regaló entonces a su hija Ivy, quien lo bautizó como Black Bess, nombre con el que este coche pasaría a la historia. Ivy Cummings era una de las pocas mujeres piloto de aquellos años y con su Black Bess ganaría varias pruebas en 1923.  

Bugatti Black Bess
Ivy Cummings subiendo Kop Hill en su Bugatti Black Bess en 1923

Hispano Alfonso XIII: Un coche para enamorarse

En el libro L’Epopée Bugatti (Editions de La Table Ronde, 1966) escrito por Ébé Bugatti, hija del patrón de Molsheim, aparece un dato muy interesante: Ivy Cummings había aprendido a conducir con tan solo 11 años, en una voiturette S.C.A.R. en la que su padre corría habitualmente en Brooklands en 1912.

Precisamente ese año Hispano Suiza nombró su primer concesionario en Inglaterra, A.G. Brown & Co. de Londres. La marca española había conseguido en 1910 y 1911 una serie de importantes éxitos deportivos y en 1911 había abierto una fábrica sucursal en las afueras de París, con la que iba a dar respuesta a la creciente demanda del mercado europeo hacia sus coches, especialmente del nuevo deportivo Alfonso XIII de 4 cilindros y 3,6 litros de cilindrada, hoy considerado como el primer deportivo de la historia.

Hispano Black Bess
Zuccarelli, vencedor en Boulogne en 1910, con un Hispano Suiza

El nuevo representante inglés A.G. Brown inmediatamente llevó los Hispanos a la pista de Brooklands, único circuito permanente de Europa y en el que, a partir de marzo, prácticamente todos los meses se celebraba algún evento de competición. 

La primera inscripción de un Hispano en Brooklands aparece en abril de 1912, a cargo de A.G. Brown, que también sería su piloto. En junio notamos la inscripción de Lord Exmouth, un gentleman driver que acababa de comprar su HS Alfonso XIII. Parece ser que la preparación y entrega del coche no se pudo completar a tiempo para la competición y no pudo participar. Su primera carrera –y primera victoria– tendría lugar en julio en el Private Competitors Handicap.

Hispano Suiza Exmouth
Anuncio de HS publicitando el éxito de Lord Exmouth en Brooklands. Junio 1912

En la publicidad de aquel evento podemos ver un coche con la carrocería que se conocería como tipo Brooklands y que según la crónica de la época fue realizada en tan solo tres días en los talleres de T.H. Gill de Londres. La fotografía parece tomada antes de la carrera, a juzgar por la ausencia de número y por el banderín con la insignia de la casa en el radiador, una tradición Hispano Suiza para las fotos oficiales de los coches que iban a competir.

En las cuatro carreras de agosto conocidas como Bank Holiday Meeting, Lord Exmouth consigue los puestos 2º, 3º, 4º y 5º respectivamente. Es probable que en alguna de estas carreras estuviese presente un espectador de excepción –el Rey Alfonso XIII– porque ese mes, durante una visita oficial a la Gran Bretaña y fuera del protocolo previsto, estuvo visitando el concesionario de Hispano Suiza de Londres. Hay que recordar que Alfonso XIII era un buen cliente de la marca y su mejor promotor.

El Black Bess original

En 1995 tuvimos ocasión de revisar en París el archivo personal de madame Françoise Massuger-Bigant, hija de Louis Massuger, ingeniero de pruebas de La Hispano Suiza en Francia desde 1914. Entre otras muchas cosas de gran interés, encontramos la curiosa fotografía de un Hispano Alfonso XIII muy similar al de Lord Exmouth, que no tenía ninguna nota al dorso, pero ofrecía dos elementos realmente sorprendentes: el nombre Black Bess escrito en el capó y una niña al volante con apenas la altura suficiente para ver por encima del motor pero, eso sí, vistiendo un atuendo completo de piloto.

El Black Bess original, un HS Alfonso XIII de A.G. Brown. 1912

La carrocería, sin duda de los mismos talleres de T.H. Gill y prácticamente idéntica a la de Lord Exmouth, nos dataría la foto como de 1912. ¿Quién podía ser aquella joven conductora? Buscando algunas claves en los archivos de Brooklands y después de la importante información de Ébé Bugatti sobre Ivy Cummings, finalmente pudimos encontrar una fotografía de Ivy a la edad de 19 ó 20 años, cuando ya corría por cuenta propia. Era una foto tomada en abril de 1920 al volante de un Vauxhall, acompañada por su madre. 

Gracias a esta segunda foto pudimos confirmar que Ivy Cummings era la misma persona sentada al volante del Hispano Black Bess en 1912.

Ivy Cummings en Hispano Suiza
Ivy Cummings con su madre al volante de un Vauxhall. 1920

Atando los cabos de un pura sangre

Para confirmar la identificación fue necesario encontrar una coincidencia de la participación de S. G. Cummings, que justificase la presencia de su hija en el circuito, en algún evento en el que también hubiera un Hispano presente. Y la encontramos en 1912, cuando aparece registrada la participación de S.G. Cummings con su S.C.A.R. y la de A.G. Brown con un Hispano Alfonso XIII. 

Resulta perfectamente imaginable que el concesionario oficial de la marca hubiera hecho una preparación especial del primer HS inscrito en Brooklands, pintado de negro y que bautizó como Black Bess (Negra Isabelita), la veloz yegua del bandolero inglés Dick Turpin. Este Black Bess seguía la tradición de la época de poner nombres a los coches de Brooklands; como el Fiat Mephistopheles, el Vauxhall KN (Cayenne), el Sumbean Nautilus y los varios Chitty Bang Bang specials del conde Zborowski.

Pero Black Bess es un nombre femenino, Bess viene de Beth, de Elisabeth; es muy probable que con este nombre A.G. Brown quisiera insistir en que se trataba de un coche fabricado en Francia, donde la voiture es femenina.

Ivy Cummings
Ivy Cummings contempla el motor de su Bugatti Black Bess. 1923

Con solo 11 años de edad Ivy Cummings ya era una experta conocedora de los coches de carreras y de sus mecánicas, todo aprendido al lado de su padre en Brooklands. Queda entonces perfectamente claro que cuando Ivy vio aquel nuevo y reluciente Hispano Suiza, una marca totalmente desconocida para ella, con un nombre tan evocador como Black Bess, haría lo imposible para conseguir sentarse al volante e imaginar la sensación de conducirlo. Y por muchos años conservaría el recuerdo de aquel coche de carreras entonces fuera de su alcance. Afortunadamente alguien inmortalizó aquel momento mágico con una fotografía, hoy documento único y de gran valor histórico.

¿Qué habrá sido de ese Hispano?

Seguro que la joven Ivy soñó muchas veces con el Hispano Black Bess de 1912, hasta que diez años después, cuando en 1922 tuvo por fin un coche propio –el Bugatti Tipo 18 Garros–, sin pensarlo dos veces lo bautizó con aquel nombre que durante años había acariciado en el recuerdo. Su Bugatti, ya de cuarta mano, ahora sería su Black Bess. Del Hispano Suiza Black Bess original no se sabe nada más, seguramente fue vendido con otra carrocería de carretera a alguno de los muchos clientes que los deportivos Alfonso XIII tuvieron en Inglaterra.

El Bugatti Black Bess fue restaurado a estado de concurso en los años 70 por su noveno propietario Peter Hampton. En septiembre de 1991 estuvo presente en París en la primera reaparición de la marca con el superdeportivo Bugatti EB-110.

En 2005 el Bugatti Black Bess se encontraba en Inglaterra, propiedad de David Heimann, que mostró un gran interés en nuestras investigaciones y a quien agradecemos las informaciones facilitadas.

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Escrito por Manuel Lage

Manuel Lage Marco es natural de Rábade (Lugo), 1949. Es Doctor Ingeniero Industrial por la ETS de II de Bilbao y la de Madrid, e Ingeniero de Motores por la École Supérieure des Moteurs de París. Desarrolló toda su trayectoria profesional en el sector de automoción en Chrysler España, Pegaso e Iveco; en España, UK e Italia. Es cofundador y secretario general de la Asociación Española de Profesionales de Automoción (ASEPA) y profesor de los Máster de Automoción del INSIA y de la UEM. Como historiador del automóvil en España es autor de los varios libros de investigación.

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