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Goggomobil F-350, microexclusividad de Munisa

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La alternativa alemana

En la primera mitad de los años sesenta, los motocarros eran los vehículos más empleados en España para el transporte ligero. Y en el caso de cargas más voluminosas, tuvieron bastante difusión las humeantes furgonetas DKW, con motor bicilíndrico de dos tiempos.

Sin embargo, la salida en 1961 de las furgonetas Citroën 2 CV AZU, con sus 250 Kg. de capacidad de carga, hizo que los comerciantes y repartidores fuesen viendo este tipo de vehículo con techo metálico cerrado como una alternativa más interesante.

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Ojalá tuviese matrícula original española de la época. Le sienta bien
Ojalá tuviese matrícula original española de la época. Le sienta bien

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A la popular Citroën 2 CV se sumó en 1963 la Renault 4F, cuyos 345 Kg. de carga máxima y su práctica trampilla trasera superior hicieron que los motocarros fuesen quedando arrinconados.

Dentro de este sector del transporte ligero, la furgoneta Goggomobil F- 350 ofrecía desde 1962 un tamaño muy válido para el callejeo urbano, un precio competitivo de 55.000 pesetas y 250 Kg. de carga total admisible. Lamentablemente no tuvo el éxito que merecía.

En cambio, en Alemania sí que gozó de bastante fama la furgoneta Goggomobil 300, dotada de puertas correderas y que fue empleada hasta por el Deutsche Bundespost, el servicio federal de correos.

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En Alemania la Goggomobil 300 tuvo su correspondiente éxito
En Alemania la Goggomobil 300 tuvo su correspondiente éxito

Un breve recorrido, por un circuito de karting

El motor de dos cilindros y dos tiempos apenas se deja oír al ralentí. Pero en cuanto aceleramos en primera, los sonidos procedentes de la turbina de ventilación, de la caja de cambios y del propio motor hacen que el ruido sea casi ensordecedor.

El manejo del volante apenas requiere esfuerzo, gracias al escaso peso del vehículo, 480 Kg. en vacío. Y la dirección de cremallera es rápida (2,5 vueltas de tope a tope) además de precisa, algo muy de agradecer para desenvolverse en la ciudad en su quehacer diario.

Esa misma ligereza hace que el motor se muestre ágil a la hora de acelerar y subir a regímenes altos, aunque de los 17,5 CV tampoco podemos esperar unas prestaciones espectaculares.

La F-350 es ágil y se maneja sin esfuerzo, alcanzando una velocidad punta de 80 Km/h. La ligereza del conjunto es la clave
La F-350 es ágil y se maneja sin esfuerzo, alcanzando una velocidad punta de 80 Km/h. La ligereza del conjunto es la clave

Bastante tiene esta furgoneta con rodar a un crucero de 70 Km/h sobre carreteras llanas y que en su publicidad se asegurase que supera pendientes de hasta el 39%. Pero ya a las puertas de los años 70 del siglo pasado, su utilización estaba centrada en el reparto urbano.

Después del pequeño e inusual recorrido, había curiosidad por ver la zona trasera de la F-350. Una puerta inferior, cerrada con llave, permite un acceso más cómodo para las intervenciones mecánicas.

Levantar la tapa posterior del compartimento de carga a modo de capó, es la manera más sencilla de ver la mecánica. En el centro del vano motor, destacan las bujías de los dos cilindros, cubiertos con una envoltura metálica que facilita su refrigeración por turbina.

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17,5 CV, ensordecedor. Encima, 1.480 litros disponibles para carga

Al fondo y a la izquierda, la bomba eléctrica de gasolina. En el extremo izquierdo, la batería; y en el lado derecho, el distribuidor del encendido, la bobina y la voluminosa carcasa del filtro del aire.

Una vez bajada la tapa, quedan visibles los 1.480 litros reservados al transporte de mercancías, cuyo volumen resulta llamativo en un vehículo de sólo tres metros de longitud.

Por otro lado, en el circuito de karting tuvimos ocasión de observar cómo “pisan” las ruedas de los Goggomobil. En la imagen siguiente, se pone de manifiesto que las ruedas tienden a tomar una acusada caída positiva. Por la acción de su suspensión de ejes oscilantes, el efecto es llamativo y distingue a los Goggomobil del resto de vehículos de su época.

Aun así es una furgoneta estable. La suspensión de ejes oscilantes tiene "la culpa" de su forma de pisar
Aun así es una furgoneta estable. La suspensión de ejes oscilantes tiene «la culpa» de su forma de pisar

Camino de Alemania

No es la primera vez que, en España, despreciamos algunos de los vehículos que rodaron por nuestras carreteras y nuestras calles. Ya nos pasó hace años con los Alpine A-110 fabricados en Valladolid.

Sobre ellos, hubo supuestos entendidos que los consideraban una especie de Renault 8 chapuceros, incómodos, con carrocería de plástico y sin ningún interés. Por eso ahora son numerosas las unidades que tienen un dueño que vive en Japón.

Y a nivel más elemental, a nuestros microcoches les está ocurriendo algo parecido. ¿Miedo al ridículo? ¿Ganas de olvidar nuestros años “pobres”?

El caso es que esta unidad casi a estrenar, junto a la valenciana de color azul y alguna otra más, disfrutan en Alemania de una segunda vida, con toda la tramitación legal y una nueva matrícula.

Debiéramos guardar mejor la producción automovilística nacional...
Debiéramos guardar mejor la producción automovilística nacional…

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Mungía sí recuerda

La población vizcaína en que se fabricaba el Goggomobil, ahora denominada oficialmente Mungia, está situada a 22 Km. de Bilbao y sigue manteniendo vivo el recuerdo de estos automóviles de tamaño reducido.

De hecho, los niños conocen desde muy pequeños al Goggomobil, ya que en los parques infantiles de la villa los columpios más llamativos son unos Goggomobil de fibra sustentados sobre muelles.

Y además, en varias plazas de la localidad hay unos carteles que rememoran aquellos trece años, desde 1957 a 1969, en que Mungia estuvo vinculada activamente al pequeño coche.

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En Mungia están orgullosos de su pasado ligado al automovilismo

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Por desgracia, otros lugares en que se construyeron vehículos padecen de una amnesia colectiva y han olvidado una actividad que, sin duda, ejerció un efecto positivo en la economía y en la cultura local.

¡Qué bonito sería que, como Mungia, las localidades donde se fabricó cualquier tipo de vehículo lo tuvieran presente en la memoria de sus habitantes!

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[su_spoiler title=’CUADRO DE ESPECIFICACIONES TÉCNICAS’ show=’false’]

GOGGOMOBIL F-350 de 1964

• Dimensiones (largo/ancho/alto): 3,08 / 1,28 / 1,55 metros
• Vías/Batalla: 1,09/1,09 / 1,95 m.
• Motor: 2 cilindros paralelos, de ciclo de dos tiempos
• Cilindrada: 349cc
• Potencia: 17 CV DIN a 5.000 Rpm.
• Par motor: 2,9 Kgm. a 4.000 Rpm.
• Caja de cambios: Manual, de 4 velocidades
• Tracción: Trasera
• Frenos: Tambores
• Neumáticos: 4.50-10
• Peso en vacío: 480 Kg.
• Capacidad máxima de carga: 250 Kg.
• Capacidad del depósito de combustible: 23 litros
• Velocidad máxima: 80 Km/h
• Consumo medio: 5,2 l/100 Km.

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Ignacio Sáenz de Cámara

Escrito por Ignacio Sáenz de Cámara

Desde muy pequeño, sentí atracción por cualquier vehículo, independientemente de que fuese el Renault 4 de mi padre, la furgoneta DKW 800 S de mi abuelo o la Lambretta del tío Santos. Y por supuesto, de los coches que a partir de los 11 años veía en las revistas del motor. También me gusta escribir, razón de que tras abandonar la docencia trabajase como redactor y probador en Autopista... Ver más

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