Iván Vicario Martín
Resulta difícil encontrar un buen Citroën GSA a la venta, quizá porque hablamos de un modelo de una complicación mecánica mayor que el resto de sus rivales de época. Y es que, como suele suceder, la marca de los dos galones no dejó indiferente cuando presentó su GS en 1970. El nuevo coche de la marca venia a rellenar el hueco que había entre el 2CV y el DS, que se había completado provisionalmente con los diversos derivados del primero.
Como no podía ser de otra manera, el GS ofrecía de serie la suspensión hidroneumática que había pasado a ser salto y seña de Citroën desde el lanzamiento del DS. Es más, en los anuncios de televisión el coche aparecía haciendo un eslalon a tres ruedas para mostrar las bondades de la hidroneumática. Sin duda, fue una campaña inolvidable.
Además, equipaba un motor de 4 cilindros bóxer que, a lo largo de su vida comercial, estuvo disponible en cilindradas 1.0, 1.1, 1.2 y 1.3, además del exótico Birotor que resultó un fracaso. En 1979, apareció el GSA, que sustituía la particular tapa del maletero por un portón convencional y adoptaba un nuevo interior entre otras novedades. Convivió brevemente con el GS, que fue descontinuado en 1981.
La suma de ambas generaciones fue capaz de colocar en el mercado 2.473.499 ejemplares, de los cuales 1.896.742 corresponden al GS y 576.757 al GSA. Estas cifras le convierten en el tercer Citroën más vendido de la historia, sólo por detrás del 2CV y el AX.
EL CITROËN GSA A LA VENTA
Llegamos ahora al protagonista de nuestro artículo, un ejemplar que, a la vista de las numerosas imágenes disponibles, está conservado en un estado espectacular. Que se vea tan cuidado es fundamental, pues se trata de un modelo de mantenimiento delicado, no crítico, pero sí que precisa de cuidados suplementarios, especialmente con la hidroneumática.
En este caso, se trata de un Citroën GSA Club del año 1980 con el motor más grande, el 1.299 cm3 de 65 CV. La suspensión hidroneumática se encuentra en buen estado y, como vemos en el exterior, no presenta óxidos y conserva su pintura original. También el interior ofrece un aspecto estupendo que demuestra que esta unidad ha sido tratada con cariño durante su tiempo en uso.
Por último, llegamos al precio, 4.800 euros, una cantidad más que ajustada para un GSA en este estado. Además, viene avalado por la experiencia de uno de los compraventas más activos de la zona norte, Clásicos Rioja, que llevada décadas vendiendo coches. Para los interesados, aquí tenéis el anuncio de Wallapop donde podréis contactar con el vendedor para obtener más información.
