bmw 327
in

El BMW 327 y los inicios de los coupé en la firma alemana

Antes de la Segunda Guerra Mundial el automovilismo europeo se adaptaba poco a poco a la producción masiva iniciada por Ford en los Estados Unidos. Un proceso acompañado por el cambio en el diseño de las carrocerías, las cuales iban integrando dentro de un mismo cuerpo los diferentes elementos para lograr una imagen más cohesionada y un rendimiento más aerodinámico. En ese sentido, fue para este momento cuando aparecieron los coupé modernos con modelos como el BMW 327.

La transición de la década de los veinte a los treinta en el automovilismo europeo es un momento de lo más interesante. Y es que aquí empiezan a asentarse las bases de la industria masiva, copiando los modelos norteamericanos de Ford para comenzar la producción en cadena y la venta al por mayor. En ese sentido, éste es el momento en el que las ciudades van cambiando su paisaje. Llenándolo de más y más automóviles privados que van paulatinamente sustituyendo a los carruajes y las bicicletas. Una verdadera revolución en el transporte, esencial para entender el proceso de urbanización masiva así como los cambios en la industria y el comercio.

Además, en lo referido al puro diseño, las formas también van evolucionando rápidamente. Así las cosas, se va pasando progresivamente de las aletas y los faros exentos a una mayor armonización en el aspecto general. Integrando poco a poco todos los elementos en un mismo cuerpo de carrocería mucho más fluido y coherente. De esta forma, también se puede apreciar fácilmente la importancia de la aerodinámica. Especialmente al ver las zagas cada vez más elaboradas, pero también el proceso por el cual las parrillas se van fundiendo suavemente en la propia línea del morro.

Un paso esencial. Ya que desde este momento se dejarán de ver las monolíticas parrillas colocadas en vertical para ir dando paso a vehículos con una penetración aerodinámica elaborada y bien estudiada. Elementos que nos dan la idea acerca de cómo los años treinta fueron la década en la que se asentaron las bases del automóvil moderno. Primando lo funcional, aerodinámico y construido en serie. Un proceso del cual participaron modelos como el BMW 327 de 1937. El responsable de asentar en la empresa bávara uno de los tipos de carrocería que más éxito e identidad le han aportado: la coupé.

BMW 327, EL ASENTAMIENTO DE LA IDEA DE COUPE

Hoy en día la palabra coupé se pronuncia cada vez menos en el ámbito de los automóviles de nueva creación. Y es que, como una nube que lo va envolviendo todo, los SUV están arrinconando incluso a este tipo de vehículo. El cual ha sido durante décadas la mezcla de lo mejor de las berlinas con el toque deportivo que hace llamativo y vibrante a cualquier modelo. Una hibridación de conceptos que sin embargo fue discutida en sus inicios, llegando a portar en el nombre su propio estigma. El estigma de estar incompletos, cercenados respecto a la amplitud de los sedanes.

Por ello se escogió para nombrarlos la palabra francesa “coupe”. La cual se puede traducir como “cortado”. Castellanizada desde hace décadas, aunque protagonista del darnos una idea sobre cómo estas carrocerías nacieron en Francia, Alemania, Inglaterra e Italia reduciendo a los automóviles de cuatro puertas mucho más comunes en la gama alta. De hecho, el chasis del BMW 327 no es sino el del sedán 326 recortado en unos quince centímetros. Modelo del cual toma la caja de cambios, el control de freno hidráulico, el sistema de suspensiones e incluso una de sus dos mecánicas. Concretamente la basada en el motor M78. Uno de los seis cilindros en línea que fueron configurando la identidad de la marca en base a estos ingenios potentes y suaves.

Dando con sus casi dos litros 50CV en el 326 y 55CV en el coupé BMW 327. Prestaciones no muy espectaculares. Pero suficientes para llevar a este segundo modelo hasta los 126 kms/h debido a su peso de 1.100 kilos. Eso sí, a partir de 1938 el BMW 327 contó con la opción de montar otro motor diferente. Un motor que no provenía de un cómodo automóvil para viajar sino de un auténtico coche de carreras. Concretamente del 328, cuyo propulsor M328 estuvo disponible para el coupé otorgando sus 80CV a 5.000 rpm gracias a sus novedosas cámaras de combustión hemisféricas.

bmw 327

EL ANTECESOR DEL ACTUAL BMW SERIE 4 COUPE

Con la llegada de este segundo motor para completar la oferta del BMW 327 se recibió el empuje necesario para todo coupé deportivo. De esta forma, este tipo de carrocería se transformaba en el cobijo de dos formas distintas a la hora de entenderla. En primer lugar como una versión más desenfada y estilosa de los sedanes. Pero en segundo como el caparazón cómodo y práctico donde también poder envolver a un verdadero coche de carreras. Dos de los conceptos a los que los coupé han dado juego. Siendo en el caso de BMW una de sus señas de identidad con modelos tan emblemáticos como el 503 de 1956, el 3.0 CSL de 1971 o el actual Serie 4 Mk2 presentado el pasado 2020.

Un vehículo para el cual la propia marca ha buscado justificación en la genealogía. Promoviendo la idea del BMW 327 como el inicio de la tradición de los coupé en la empresa. Además, y con permiso de los populares 02 Series o el salvador 700, estas carrocerías suelen tener un buen índice de ventas para la empresa. De hecho, del BMW 327 se vendieron 1.034 unidades con el motor más básico y 569 de las que incorporaban el motor del 328. Unas cien más que de las producidas del propio modelo de carreras, demostrando la buena salida que vestir con carrocería coupé a un vehículo de competición puede tener.

Ni más ni menos que la definición de lo que posteriormente llegarían a ser los grandes GT en los cincuenta y sesenta. Una época en la que BMW luchaba por sobrevivir pasando su particular travesía del desierto. Nunca perdiendo de vista cómo antes de la Segunda Guerra Mundial había sido una de las marcas más atractivas y referenciales gracias a modelos como el BMW 327.

Fotografías: Press BMW Group

Qué te ha parecido?

Foto del avatar

Escrito por Miguel Sánchez

A través de las noticias de La Escudería, viajaremos por las sinuosas carreteras de Maranello escuchando el rugido de los V12 italianos; recorreremos la Ruta66 en busca de la potencia de los grandes motores americanos; nos perderemos por las estrechas sendas inglesas rastreando la elegancia de sus deportivos; apuraremos la frenada en las curvas del Rally de Montecarlo e, incluso, nos llenaremos de polvo en algún garaje rescatando joyas perdidas.

Suscríbete a la Newsletter

Una vez al mes en tu correo.

Muchas gracias! No olvides confirmar tu suscripción mediante el email que acabamos de enviarte.

Algo ha salido mal. Por favor, vuelve a intentarlo.

60.2kFans
2.1kFollowers
3.4kFollowers
3.8kFollowers