Javier Romagosa
Tal y como supimos a principios de semana, el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), la cual aglutina a los 35 municipios que se encuentran alrededor de la capital catalana, pretende prohibir la circulación de vehículos con más de 20 años. La medida entraría en vigor a partir de 2018 y supondría la prohibición del tráfico dentro de su perímetro de alrededor del 4% de los vehículos de la región.
Desde La Escudería creemos que la conservación del medio ambiente urbano pasa por limitar la circulación de los vehículos propulsados por combustibles fósiles en general y no sólo de una parte. Suponemos que ésta no es la única medida considerada por la AMB, pero lo cierto es que, sin ánimo de ser exhaustivos, cualquier solución debe hacer hincapié en la restricción del uso individual de los vehículos -que el pasaje sea de, al menos, cuatro personas por automóvil- y en ofrecer un servicio de transporte público asequible y de calidad.
El tema de la antigüedad del parque móvil es secundario, ya que de lo que se trata es más bien de cambiar la mentalidad de la ciudadanía en diversos ámbitos -entre ellos el del transporte- y no de promover la obsolescencia programada de nuestras máquinas. O, al menos, no tan pronto; parte de una mentalidad económica y ecológica sostenible consiste en repensar, reutilizar y reciclar continuamente, no en inutilizar los recursos que tenemos a nuestra disposición.
Resulta urgente llevar a cabo acciones -sobre todo pedagógicas- contra el cambio climático y la calidad de vida en las ciudades y debemos tomar conciencia de ello lo antes posible. Sin embargo, la criminalización de una parte del patrimonio histórico y cultural como es la automotriz no es la manera de hacerlo. Y más en una ciudad que tiene enraizado en su panorama industrial y deportivo el automovilismo.
Por ello, aunque no comulgamos con todos los puntos expuestos en esta petición de Change.org, os animamos a firmarla.
*Foto: Alberto Ferreras
