La Escudería
Dentro de nuestro coche se producen desgastes con el uso. Las alfombrillas son las que más sufren, pues es donde todos ponemos los pies, con las suelas de los zapatos sucias y mojadas.
Hay personas que no las cambian incluso cuando se rompen, pero eso es un error como vamos a ver a continuación.
Por estética
Una de las principales razones por las cuales renovar las alfombrillas de nuestro coche es por estética.
La suma del paso tiempo y el uso las deja en unas condiciones deplorables y en ocasiones incluso las que vienen de fábrica no son muy agradables.
El cambio es muy sencillo, pues existen webs como soloalfombrillas.es en las que nos las hacen a medida, del material que más nos guste e incluso personalizadas con las mismas sujeciones que las de serie.
De este modo, podemos aprovechar el deterioro de nuestras alfombrillas para cambiarlas por unas mejores y más bonitas.
Para cuidar la tapicería
La función principal de las alfombrillas es alargar la vida de la tapicería que hay en el suelo del vehículo, pues sin ellas la tapicería estaría para cambiar en unos pocos meses.
Estas alfombrillas ejercen de barrera protectora. En ellas se queda la suciedad, las piedras, el barro, la humedad y el agua, pues aunque sean de material textil sí que impiden que el agua termine en la tapicería.
Cuando se deterioran pierden esta capacidad de retener el agua que llevamos en los zapatos, se empapan y dejan que la humedad se vaya acumulando en la tapicería, algo que es un problema si vivimos en una zona en la que llueve mucho.
No es algo común, pero si llevamos los zapatos mojados a menudo esa agua puede pasar al suelo del coche, a la chapa, provocando óxidos que pueden terminar pudriendo la carrocería.
Alfombrillas de coche: Por seguridad
Muchos hemos tenido problemas con la alfombrilla del conductor, en especial con las que venden en las tiendas de accesorios de automoción, que no son de la mejor calidad y no tienen en cuenta la medida de nuestro automóvil.
Existen dos situaciones que nos pueden poner en peligro: cuando las alfombrillas se rompen y cuando se mueven.
En ambos casos pueden terminar interfiriendo con los pedales, provocando situaciones de peligro cuando se enganchan en el pedal del freno y en el del acelerador, que es mucho más blando.
Las alfombrillas de goma, por su dureza, son las que más situaciones peligrosas pueden ocasionar, por lo que en cuanto veamos los primeros síntomas de deterioro hay que cambiarlas por unas nuevas, y lo mismo haremos si no se ajustan bien.
Hay alfombrillas de todos los precios en el mercado, lo que significa que podemos conseguir unas económicas si no queremos gastar mucho, o dicho de otro modo, que el precio de las alfombrillas no es un impedimento para cambiarlas cuando toca, ni siquiera si queremos unas de calidad.
Todas las alfombrillas del coche se suelen deteriorar con celeridad, sobre todo en los casos en los que vamos con el coche a entornos con mucha suciedad o agua. Por suerte, en la red encontramos tiendas que nos pueden enviar unas a casa, hechas a medida y a unos precios muy razonables.
